Diario de León

Centro de cría de referencia en León

La última esperanza del urogallo se ‘incuba’ en Valsemana

El centro de cría acoge ya a los primeros veinte ejemplares centroeuropeos con los que se llevan a cabo las técnicas de manejo y reproducción que se utilizarán para recuperar la especie cantábrica

El director técnico del centro de Valsemana hace seguimiento de los ejemplares gracias a un circuito de videovigilancia. MARCIANO PÉREZ

El director técnico del centro de Valsemana hace seguimiento de los ejemplares gracias a un circuito de videovigilancia. MARCIANO PÉREZ

León

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El centro de cría del urogallo de Valsemana, en La Ercina, echa a andar. Tras un año de obras y de investigación para contar con el equipamiento más puntero para desarrollar las últimas técnicas de reproducción asistida y natural, el centro ya ha empezado a trabajar para tratar de revertir la «crítica y dramática» situación que atraviesa el urogallo cantábrico, del que quedan menos de 200 ejemplares en toda la cordillera, el 80% de los cuales se encuentran en León.

El centro, que ha contado con una inversión de cerca de 1,5 millones a cargo del Fondo del Patrimonio Natural y la Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) y por la propia la Junta de Castilla y León, acoge ya a los primeros inquilinos, una veintena de ejemplares (ocho machos y doce hembras) procedentes de centroeuropa, concretamente de Holanda, Austria, Bélgica, y también de Carranza, en Castrourdiales, con los que están poniendo en marcha todos los protocolos sanitarios, alimentarios y reproductores, que a corto plazo emplearán con los primeros ejemplares cantábricos que serán capturados para preservar la especie, y más tarde reintroducir nuevos pollos en el medio natural.

Tecnológicamente, Valsemana es el centro más puntero de Europa en reproducción asistida.

Lo que está claro es que el tiempo corre en contra de todos los intentos para recuperar esta especie, y eso lo saben bien los profesionales que están al frente de estas instalaciones. Conscientes de que tienen en sus manos la que probablemente es la última esperanza para el urogallo afrontan esta última carrera dejándose la piel en este proyecto, y recurriendo a todos los medios técnicos y humanos que tienen a su alcance. Uno de estos medios es la colaboración, recientemente sellada a través de un ´convenio, con el Instituto de Investigación de Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que cuenta con un laboratorio propio en las instalaciones de Valsemana, la «joya de este centro», para que dos investigadores se trasladen allí para trabajar, codo con codo, con los técnicos del centro en este ilusionante y complejo proyecto para rescatar a la especie de la extinción. Se trata del Laboratorio de Espermatología y Criobiología, dotado con las últimas tecnologías y equipamientos que permitirá el desarrollo de trabajos científicos de alto nivel en el propio centro. «Hemos decidido meter a la ciencia en medio de la montaña, no buscarla fuera», explica el doctor Julián Santiago, profesor e investigador de Inia, que asegura que ha diseñado, casi a medida, el laboratorio con los equipos más sofisticados. «Tenemos mejores aparatos aquí que en nuestra sede en Madrid», explica. No en vano, estas instalaciones tienen la ambición de ser centro de referencia, casi a nivel mundial, en la investigación y formación de las últimas técnicas reproductivas. «Aquí vendrán estudiantes de todas las universidades con las que tenemos convenios para hacer sus prácticas y posgrados», concreta.

Investigadores del CSIC en el laboratorio diseñado para ellos. M.P.

Investigadores del CSIC en el laboratorio diseñado para ellos. M.P.

Este instituto ,dependiente del CSIC es un referente internacional en la conservación de especies silvestres. Ha participado en el desarrollo de técnicas reproducción asistida y bancos de germoplasma con diferentes especies silvestres, como el oso panda, la cabra montés, el antílope Beira, la gacela Erlanger, el visón europeo, el pingüino del Cabo, el flamenco americano, el águila real, el gallo rojo de la jungla, etc. Los trabajos a desarrollar con el urogallo implican colaboraciones científicas con grupos internacionales como la Universidad de Ciencias de la Vida y Medioambientales de Wrocław (Polonia), que es considerado el principal referente internacional en la conservación ex situ del urogallo mediante tecnologías reproductivas. Las acciones para garantizar la preservación del patrimonio genético del urogallo incluyen el desarrollo de tecnologías para la obtención y criopreservación de gametos, tejido ovárico y testicular, inseminación artificial, optimización de las tecnologías relacionadas con los procesos de incubación y profundizar en el conocimiento de la biología reproductiva de esta especie. La filosofía que marcan estas colaboraciones es conseguir que Valsemana sea un referente internacional en la conservación y desarrollo de tecnologías reproductivas para la conservación del urogallo.

«Esto tiene que salir bien, por ilusión y por humildad que no sea», explica el coordinador de este proyecto, y jefe de Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, David Cubero. «Ahora nos tenemos que centrar en preservar la especie, pero sin dejar de lado todos los trabajos que llevamos realizando desde hace años para mejorar el hábitat, y para reducir la presión de los predadores que suponen la principal amenaza para la especie», asegura Cubero. De hecho, afirma que ningún programa de cría en cautividad puede tener éxito si no se trabaja para reducir las amenazas exteriores.

Según el coordinador del proyecto, se ha demostrado que los controles de predadores llevados a cabo en los últimos años, traslocación de martas, garduñas, zorros, gatos monteses, etc, unidos a los trabajos de mejora de los hábitat, están dando muy buenos resultados y son una garantía para las futuras sueltas. «Se ha llegado a afirmar que los ejemplares que son criados en cautividad, una vez suelos, mueren depredados, pero realmente tienen las mismas posibilidades de morir de esta forma que los silvestres, ya que, por desgracia, es la principal causa de muerte de la especie, como se ha demostrado con los trabajos de seguimiento realizados desde hace años con radiomarcaje de ejemplares. Sin control de predación no se puede reintroducir la especie», resume Cubero, que anuncia además que se destinarán más de dos millones de euros del plan de resilencia en mejorar hábitats para el urogallo y para la recuperación de sus cantaderos.

Comida a base de frutos, pienso y verde para los inquilinos. M.P.

Comida a base de frutos, pienso y verde para los inquilinos. M.P.

Por su parte, el director técnico del centro, Gabriel de Pedro, explica que este año 2022 seguirán trabajando con ejemplares centroeuropeos para comenzar cuanto antes a trabajar con ejemplares ibéricos. El objetivo es capturar una media de 10 machos y 20 hembras cantábricos con los que empezar a trabajar para que en un plazo de 3 o 4 años se puedan obtener una media de 70 ejemplares al año para su suelta en el medio natural.

Los ejemplares boreales que hay actualmente en el centro tienen un protocolo totalmente diferente al que se establecerá con los ejemplares cuya finalidad es la suelta en el medio. «Estos están destinados a la reproducción y al estudio, por lo que están más troquelados y habituados a los cuidadores», explica De Pedro, que concreta que «el objetivo es que sean lo más mansos posible, casi como gallinas, para que estén más tranquilos y se reproduzcan mejor».

Un trabajo a distancia

Por contra, para los que están destinados a ser liberados, el procedimiento es totalmente diferente, ya que el protocolo impide que tengan contacto con sus cuidados, y estén lo menos improntados posible». Por eso, el centro cuenta con distintas dependencias destinadas a albergar las especies de ambas líneas de trabajo sin que interfieran entre sí.

Todas las instalaciones están controladas por sensores que detectan cualquier cambio de temperatura o de humedad que pueda afectar al proceso de reproducción a los pollos recién nacidos. Los ejemplares son controlados en todo momento en sus jaulas por un sofisticado circuito de imágenes en tiempo real, desde donde se controla y se estudia su comportamiento.

Toda la información recopilada a través de estos sensores se procesa en la Plataforma Rural Inteligente. «Es una información muy valiosa, porque es inédita», explica Cubero.

Centro de cría de referencia en León. M. P.

Centro de cría de referencia en León. M. P.

El centro se completa con sala de incubación, de nacimiento (con lámparas ultravioletas), de necropsia, de cirugía, de alimentación, otra una sala de primera edad, y un espacio en el exterior de segunda edad, donde empiezan a tener contacto con el medio en el que en pocas semanas van a ser liberados. Las instalaciones cuentan además con servicio de radiología y endoscopia para intervenciones menores.

«Cualquier imprevisto, como un cambio brusco de temperatura, puede arruinar las crías de todo un año, y se perdería todo el material genético recopilado durante meses», por eso nada queda al azar en este centro, donde se «incuba» la última esperanza para el urogallo.

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