Diario de León

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Unos gemelos que trotan

Una yegua de la cooperativa Lar pare la primera pareja de potros sanos en Babia.

La yegua Careta junto a los dos potros que parió sanos a mediados de abril en Cabrillanes.

La yegua Careta junto a los dos potros que parió sanos a mediados de abril en Cabrillanes.

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pilar infiesta | redacción
León

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Igual que Bucéfalo, Babieca, Marengo o Strategos se hicieron un hueco en la Historia por ser los caballos que acompañaron en sus gestas a Alejandro Magno, El Cid, Napoleón y Anibal, la yegua Careta, una hermosa hispano-bretón de Cabrillanes, pasará a la posteridad por haber parido a dos potros sanos a la vez.

La gestación gemelar es una rareza en el mundo de los caballos, que sólo suelen engendrar con éxito una cría. De hecho, más del 90% de las yeguas que gestan mellizos, los abortan en algún momento del embarazo, según las estadísticas. Los equinos poseen, además, la capacidad de reducir por sí solos la preñez doble de forma espontánea. Por eso, el caso de Careta es excepcional.

Los recién nacidos pesaron cincuenta kilos cada uno, son una hembra y un macho de color marrón como su madre y poseen un ‘capricho’ blanco muy significativo en la frente. El orgulloso ganadero, Félix García Manilla, reconoce que en los 23 años que lleva de profesión jamás había visto «nada igual, son los primeros en Babia».

Contra pronóstico

Había detectado el embarazo gemelar de la hispano-bretona en las primeras ecografías. Para evitar riesgos a la yegua y ante la escasísima probabilidad de que ambos fetos vivieran, le propusieron programar el aborto de uno de los potros. «Decidimos, sin embargo, dejar que la naturaleza siguiera su curso y cuando vimos a los dos potrines sanos, nos quedamos sorprendidísimos».

Careta, que campa a sus anchas por los montes babianos, también parió sola, en una finca próxima a la casa del ganadero. «Cuando nos levantamos y comprobamos que había parido a los dos potros y estaban vivos, nos quedamos anonadados porque no lo esperábamos. Lo normal es que, al menos, uno muera como nos habían insistido, pero eran de tamaño normal y fuertes», explica.

Curiosamente, hace dos meses otra yegua de su propiedad dio a luz dos potros que nacieron muertos al adelantarse el parto, como suele ser habitual. García Manilla pertenece a la cooperativa Lar, que agrupa a ochenta ganaderos de la provincia leonesa que producen 17 millones de litros de leche anuales. En su ganadería figuran 34 vacas de leche y 17 yeguas, a las que se suman ahora dos nuevos bebés equinos. Los potrillos «están listos como demonios y crecen de día en día», señala.

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