Los lunes sin soledad

Una de cada cinco salidas de los bomberos de León se deben a incidencias sanitarias de personas mayores que viven solas. Estas cifras requieren una respuesta social más allá de la emergencia. La asociación Aldis ha tomado cartas en el asunto y ha puesto en marcha en marzo un programa para atender a personas que están en situación de soledad no deseada que se desarrolla lunes y jueves.

«La gestión de la soledad supone un problema de calidad de vida para muchas personas, independientemente de su edad o sexo y ello puede derivar en exclusión social, dificultades en su gestión emocional e incidir negativamente en la salud mental», señala Juanjo Moro, gerente de Aldis. «En ocasiones incluso se corre mayor riesgo de contraer determinadas enfermedades (del corazón, alzhéimer…) así como generar ansiedad y la posibilidad de caer en depresión», añade. 

Esta asociación leonesa que trabaja desde 2009 en la provincia en la promoción de la salud mental, acaba de poner en marcha un programa para afrontar la soledad no deseada en León para personas de todas las edades.  Aldis plantea esta actividad para facilitar herramientas que ayuden a gestionar la soledad no deseada, ofrecer grupos de conversación, mejorar los recursos individuales que contribuyan en la modificación de hábitos diarios así como planificar conjuntamente distintas actividades y tareas que completen el día a día.

Estos talleres, gratuitos, comenzaron el 6 de marzo y se llevan a cabo cada lunes y jueves de 17 a 20 horas en la sede de Aldis Salud Mental León en la calle Joaquín Costa 3.

También hacen salidas como acudir a charlas culturales, presentación de eventos, a la feria del libro, a algún parque o a la protectora de animales. «En definitiva, a todo tipo de actividades que nos saquen de la rutina y que nos hagan ampliar el radio de acción, nos creen nuevas relaciones sociales y nos ayuden a tener una mejor gestión de nuestro tiempo», subraya Moro.

La soledad afecta a «muchas personas mayores que no han contado con el suficiente para afrontar situaciones de duelo o gestionar el miedo o preocupación ante la posibilidad de enfermar», explica la asociación.

La soledad genera, además, peor calidad de vida, peor salud física y mental, agrava las dificultades de movilidad y supone un mayor riesgo de mortalidad. «Debemos aprender a gestionar la soledad cada uno de nosotros a través de una mejora de nuestros recursos personales y mejorando nuestros hábitos diarios», subraya la entidad.

La soledad no sólo afecta a las personas mayores. «Hay personas de diversas edades que sufren este mal en nuestro tiempo. Muchos hombres y mujeres de mediana edad, incluso jóvenes se encuentran o sienten solos, lo que puede generar problemas de exclusión social y de gestión emocional e incidir negativamente en la salud mental de las personas», explica Moro.  Por eso está dirigido «a todas aquellas personas, sin importar la edad, que se sientan solas y que necesiten un lugar donde poner en común sus preocupaciones buscando soluciones».

El programa de soledad no deseada cuenta con el apoyo de la psicóloga de la entidad y otros profesionales para trabajar los diferentes aspectos que están implicados en las circunstancias vitales de las personas que la sufren, El programa ofrece conversación, atención, actividades y nuevos objetivos para las personas que participan.  Se pretende contribuir así «al bienestar personal ayudando a afrontar situaciones de soledad no deseada desde un lugar desde el que afrontar de manera activa el problema». 

El programa