León cambia la salud por el pellizco

03347. PRIMER PREMIO

León se quedó con dos décimos del primer premio del sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, vendidos en el estanco de la plaza de Guzmán y la administración de Espacio León, dos terceros premios, en El Corte Inglés y Quevedo, otro cuarto en Guzmán y un quinto más en Loyola.

Mariano Duque es Manín para sus allegados. Ayer se estrenó con un baño de millones como expendedor de lotería. Regenta el estanco de la glorieta de Guzmán, donde desde abril vende suerte, además de tabaco. «Ya os aviso que viene El Niño y que aquí va a tocar también. Lo dije antes del sorteo y se ha cumplido», proclamó eufórico. «Se ha vendido una burrada de lotería, me lo han dicho los de la delegación. Yo no tengo referencias de otros años, porque es la primera vez que participo en este sorteo como vendedor. Pero por lo que me dicen, es una pasada lo que hemos vendido».

Manín cumplió su promesa: «Dije que si tocaba habría champán y ya he mandado a por seis botellas». Y el espumoso catalán que eligió para la ocasión, regó la acera de la glorieta mientras los curiosos se acercaban a comprobar, más por el trasiego de cámaras que otra cosa, qué es lo que ocurría. Sucedió que además el márketing de Loterías y Apuestas del Estado cumplió su cometido a la perfección y en unos instantes, Manin, su familia y el personal del estanco, ya estaban enfundados con camisetas al uso: «Primer premio, vendido aquí». Una flecha azul rezaba contigua: «¡El gordo ha caído aquí!». Las furgonetas de Onlae hicieron en pocos minutos más kilómetros que los renos de Santa Claus.

José Antonio García, administrador de la avenida de Quevedo. FERNANDO OTERO

Otra vez

En la administración de Loterías de Espacio León, alegrías de este tipo no son nuevas. Rosa María San Martín ya sabe lo que es dar un quinto premio, como en el año 2013, pero lo que no sabe es a quién le aportó 400.000 euros para pasar mejor las fiestas (320.000 después de pasar por el tamiz de Hacienda): «Desde que se hace la venta a través de la máquina, no tenemos ni idea de quién se lleva los números. Lo único que puedo decir es que estamos muy contentos y que nos encanta que nuestros clientes tengan estas satisfacciones. ¡Claro que repartir un premio te ayuda a vender más! La gente se anima porque sabe que tú has tenido suerte antes y dinero llama a dinero, que se dice siempre… Llevamos doce años con este negocio y podemos decir que tenemos bastante suerte en general». Lo dijo justo antes de que un improvisado Papá Noel se sumara a la fiesta bastante orondo y acompañado por un elfo muy predispuesto a la celebración. Y los clientes de las tiendas, a lo suyo. Pero con una sonrisa.

Cristina Fernández, orgullosa en San Ignacio de Loyola. FERNANDO OTERO PERANDONES