Sin bares desde las diez en Nochebuena y Nochevieja

La Junta de Castilla y León ha acordado este jueves que el cierre de la hostelería se mantendrá como hasta ahora, a las 10 de la noche, también en el periodo navideño y en concreto los días 24 y 31 de diciembre, al considerar que «no tenía sentido epidemiológico» cambiar esta limitación, en palabras del vicepresidente, Francisco Igea.

Esa es una de las limitaciones acordadas en la reunión del Consejo de Gobierno de hoy, en el que ha quedado pendiente la decisión sobre el número de comensales que permitirá la Junta en las reuniones familiares y otros aspectos relacionados con el toque de queda y el cierre perimetral, que confían en acordar al menos con las autonomías limítrofes, después de que el Ministerio de Sanidad haya permitido que cada autonomía adopte las medidas que considere, lo que ha rechazado Igea.

Preguntado por si esta decisión sobre la hostelería podía generar frustración entre los hosteleros que confiaran en recuperar actividad en esas jornadas señaladas, Igea ha reconocido que puede haber profesionales que se puedan «sentir decepcionados», pero ha insistido en que ante el repunte que observan en los contagios no tenía «ningún sentido epidemiológico».

También a los hosteleros la Junta ha recomendado que refuercen la ventilación de sus espacios interiores y refuercen el mensaje de utilizar la mascarilla cuando los clientes no estén comiendo o bebiendo, además de evitar que coman del mismo plato.

Ha reconocido que son unas fechas «muy señaladas», pero ha remarcado que «no debería ser la última Navidad de nadie por la imprudencia de sus hijos o sus familiares». «No debemos pagar ese precio, hemos trabajado muy duramente para bajar la mortalidad», ha recordado antes de pedir no estropear ese esfuerzo y «esperar al año que viene» para celebrar la Navidad.

Además, pese al repunte de casos a nivel autonómico, la Junta ha acordado que la ciudad de Burgos deja las medidas extraordinarias sobre la hostelería, los centros comerciales y los gimnasios y entra en la modalidad ordinaria de riesgo máximo, nivel 4, aunque Igea ha descartado que, dada la evolución, alguna provincia vaya a reducir su nivel de alerta en los próximos días.

Las otras medidas adoptadas consisten en la prohibición de actos de celebración de las 12 campanadas —en León se celebraba en los últimos años una degustación de lentejas al mediodía promovida por la IGP Tierra de Campos— y todos los eventos deportivos incluidas las carreras de San Silvestre, que León ya aplazó a 2021. La única que está convocada es la de La Bañeza, solo para federados, con salidas escalonadas y por caminos rurales.

 

Las cabalgatas de Reyes no se prohiben, pero se tienen que realizar en recintos acotados o cerrados y con el público sentado sujeto a estrictas medidas de seguridad. Ayuntamientos como el de León ya preparan actos alternativos, como es el recorrido de los Reyes Magos en descapotable por la ciudad y todos sus barrios.

En las residencias se abre la mano con dos familiares por residente en las visitas y tamboén para las cenas de Navidad ene estos centros siempre y cuando tengan prueba negativa de coronavirus.

En caso de salir del centro para pasar las fiestas con familiares, esta salida tenga una duración mínima de 7 días y quede restringida a un único domicilio y grupo familiar. En este caso, en las 24 horas anteriores a su reingreso en el centro, se realizará una prueba de diagnóstico de infección activa y en los días posteriores la residencia extremará las medidas de vigilancia y prevención.

Las misas de Gallo tienen que atenerse a las limitaciones del toque de queda ( a la 1.30 horas de la madrugada del 24 al 25 de dicieembre) y se recomienda no cantar en los actos religiosos y civiles. El número de personas en reuniones familiares se decide hoy o mañana.