Bolsonaro anuncia que tiene coronavirus y desata la alarma entre varios de sus ministros

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, forma parte desde hoy de la larga lista que conforman los 1,62 millones de personas que han sido infectadas por el coronavirus en el país. Fue el propio líder ultraderechista quien lo comunicó en una entrevista televisiva desde su residencia oficial en Brasilia. "Acaba de salir el test con resultado positivo", fueron las palabras de quien hasta el momento creía ser "inmune" a la "gripecita" por su "historial de deportista".

El mandatario, de 65 años, se había sometido el lunes a una prueba del Covid-19 tras presentar el día anterior síntomas claros de la enfermedad: fiebre de 38 grados, tos, malestar y dolor de cabeza. A su regreso del Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia, donde se hizo también una radiografía de pulmón que dijo no mostrar ninguna afección, se le vio con una mascarilla blanca mientras sus seguidores se agolpaban a las puertas del Palacio de Alvorada. Esta vez, el líder que no ha escatimado en regalarse baños de multitudes haciendo oídos sordos a los consejos sanitarios era quien pedía distancia.

"Confieso que creí haber contraído el virus hace unos meses atrás. Pero no esperaba que esto me ocurriría", reconoció Bolsonaro, que intentó quitarle hierro al asunto al asegurar que se encuentra "perfectamente bien", con síntomas leves. Aun así, ha tenido que cancelar su agenda para los próximos días y deberá permanecer en cuarentena en su casa, si bien advirtió de que no sabe "estar parado", por lo que proseguirá con sus funciones mediante videoconferencias.

Aunque hoy se mostraba sorprendido con el resultado del test, algo hacía sospechar al mandatario brasileño que estaba contagiado . La prueba está en que no quiso ni esperar a saber si había dado positivo para ponerse desde el lunes en tratamiento con hidroxicloroquina, el polémico fármaco cuya efectividad ha defendido siempre, pese a la falta de evidencias científicas.

La noticia de que Bolsonaro había sido diagnosticado de Covid-19 se propagó en cuestión de minutos por todo el país, que sigue siendo el segundo más azotado en el mundo por la pandemia, tanto en número de muertes -65.487- como de contagios.

Las alarmas se desataron, especialmente, en torno a la residencia del embajador estadounidense en Brasil , Todd Chapman, donde el presidente participó en un almuerzo el sábado con varios de sus ministros para celebrar el Día de la Independencia de EE UU. Como de costumbre, no escatimó en abrazos y apretones de manos, todo ello sin portar mascarilla.

Chapman, por el momento, no presenta síntomas de coronavirus, pero se someterá preventivamente a exámenes. También se le realizarán pruebas a todos los miembros del Gobierno que han estado en contacto en los últimos días con el mandatario y su familia. En la reunión con el embajador se sabe que estuvieron cuatro ministros: el responsable de la Secretaría de Gobierno, el titular de Defensa, el de Asuntos Exteriores, y el de Casa Civil, así como uno de los hijos del líder ultraderechista, el diputado por Sao Paulo Eduardo Bolsonaro.

En estos últimos meses, el presidente brasileño se ha convertido en uno de los líderes del planeta más escépticos sobre la gravedad del coronavirus. De hecho, ha sido habitual verle cada fin de semana rodeado de cientos de seguidores en manifestaciones. Una de las más simbólicas tuvo lugar el pasado 31 de mayo en Brasilia, donde se paseó a caballo entre la multitud tras fundirse en abrazos con sus acólitos. En la capital, donde es obligatorio llevar mascarilla, se le ha visto muchas veces sin ella mientras visitaba barrios y conversaba con los vecinos.

"El desempleo mata"

El mandatario, enemigo acérrimo de las cuarentenas, a las que considera un "crimen", volvió a ratificarse hoy en su idea tras anunciar ante las cámaras que tiene coronavirus. En concreto, subrayó que es necesario "cuidar de la economía" y retomar cuanto antes "sea posible" las actividades productivas, porque "el desempleo mata también". A ello se añade que ha retirado la obligatoriedad de usar mascarillas en cárceles y ha vetado el uso de esta prenda en iglesias, comercios y escuelas, así como un artículo de la ley que obligaba a los establecimientos a ofrecerlas gratuitamente a trabajadores y colaboradores.

La Organización Mundial de la Salud , consciente de la difícil situación que vive Brasil, donde los casos de coronavirus no dejan de multiplicarse y las previsiones no son alentadoras, envió un mensaje de advertencia tras el positivo de Bolsonaro. "Nadie es especial, todos estamos expuestos y somos vulnerables", alertó el director de emergencias sanitarias, Mike Ryan.