Los cacos del campo leonés chocan con Roca

Cada mañana en el cuartel de Astorga, un agente se conecta al ordenador y revisa todas las denuncias de la provincia. El cuartel de la capital maragata es la sede del equipo Roca —Robos en el Campo— para toda la provincia. Tienen acceso a todas las denuncias. Según la época, el tipo de robo más abundante puede ser el cable para extraer el cobre, material férrico que se vende como chatarra cuando está a buen precio como ahora, un pastor eléctrico, baterías, gasóleo, maquinaria agrícola, pivots de riego... El campo es una mina para ladrones de poca monta que pueden causar mucho daño a los ganaderos y agricultores. Una vez que visualizan la denuncia, los agentes se ponen en contacto con la víctima del robo. Empieza una investigación que puede durar días o semanas.

Los equipos Roca se diseñaron específicamente para combatir la actividad delictiva en el campo. En la provincia de León tienen su base en el cuartel de la Guardia Civil de Astorga y competencias en las cuatro compañías: León, Astorga, Ponferrada y Villablino.

Son cuatro agentes y un cabo primero como jefe de equipo con perfiles muy conocedores del campo leonés, por proceder del mundo rural y ser hijos de ganaderos y agricultores, y con formación en labores de Policía Judicial. Trabajan de uniforme y otras de paisano, según el tipo de investigación o la labor concreta.

«Debido a la crisis los robos en el campo se incrementaron considerablemente a partir de 2010, por lo que el Gobierno a instancia de los sindicatos agrarios decidió crearlos», explica Julio Cabeza Fernández, cabo primero jefe del equipo Roca de León.

León no era de las zonas más conflictivas y aunque en principio no se pensó en crearlo, a raíz de la reuniones mantenidas con sindicatos agrarios se decidió poner en marcha equipos en todas las provincias de Castilla y León.

En El Bierzo la época de la recogida de fruta y castañas es la que más actividad delictiva atrae en el campo. ««Este año no ha habido mucho en la temporada de la pera, pero se han llegado a meter con una furgoneta de noche», apunta el jefe de Roca. Cada temporada tiene su riesgo. Si en otoño son los recónditos sotos de castañas del Bierzo, en las vísperas de Navidad las naves de corderos están en el punto de mira.

En la demarcación de Villablino son las explotaciones ganaderas y colmenas las que sufren más el acecho de los cacos. Las zonas agrícolas de regadío son las más golosas para estos hurtos o robos que pueden suponer un perjuicio económico elevado. Un pivot de riego puede costar 6.000 o 7.000 euros y si se trata de maquinaria agrícola en uso entonces son palabras mayores.

El valor económico a veces es de lo de menos. Es el caso de los pastores eléctricos que tienen un coste de 90 o 100 euros pero su desinstalación puede suponer ar graves daños si el ganado provoca un accidente, explica el cabo primero.

Los agentes se sirven de todos los medios con que cuenta la Guardia Civil y se apoyan de forma puntual en cualquier especialidad. Las inspecciones y visitas a los centros de recepción como pueden ser las chatarrerías, rastros y tiendas de segunda mano forman parte de la rutina. En otros casos deben centrar las pesquisas en portales de venta de internet.

«Dependiendo un poco de los objetos o animales sustraídos debemos enfocar la investigación de un modo u otro», explica el cabo primero Julio Cabeza Fernández. En los últimos años ha tomado gran importancia en la resolución de casos el uso de cámaras en las naves agrícolas y ganaderas, al igual que la instalación de dispositivos indetectables tipo geo-localizador en maquinaria y herramientas.

«Las nuevas tecnologías están siendo de gran utilidad para la gente del campo» porque tienen «mucho dinero invertido en maquinaria que se encuentra en muchos casos instalada en medio del campo».

Tener conocimiento inmediato del delito es crucial para el éxito del caso. El equipo Roca recomienda denunciar cualquier hecho delictivo de inmediato, con una llamada al 062 y denuncia posterior en el puesto de la Guardia Civil de su demarcación.

Los consejos que ofrecen a los agricultores y ganaderos, a través de las organizaciones agrarias, van desde anotar matrículas y descripción de personas cuando detecten movimientos de extraños en zonas próximas a las explotaciones agrícolas y ganaderas. Es bueno «cambiar la rutina de trabajo en la explotación agrícola al menos una vez por semana; habilitar algún lugar de seguridad para la custodia del material agrícola con algún sistema de vigilancia, comprobar las cerraduras de ventanas y puertas en el momento de abandonar la instalación, anotar y guardar la numeración de la maquinaria más valiosa, así como realizar una fotografía de la maquinaria que posee», explica el jefe del equipo Roca.

En caso de que esta maquinaria o herramientas de gran valor tengan que permanecer en el campo aconsejan instalar algún tipo de dispostivo geo-localizador para, en caso de sustracción, poder llegar al mismo. Si la víctima del robo se encuentra presente en el momento de producirse es preferible «protegerse en un lugar seguro y no enfrentarse a los delincuentes», apunta el cabo primero Julio Cabeza Fernández.

La pandemia ha mermado los robos en el campo en relación con 2019. Según datos del equipo Roca de la Guardia Civil de León de las 155 infracciones penales investigadas en dicho año, con 54 personas detenidas y 55 robos esclarecidos, se ha pasado a las 91 de 2020, con 48 personas detenidas o investigadas y 50 casos esclarecidos. En lo que va de 2021, el equipo Roca ha intervenido en 65 infrancciones con el resultado de 31 personas detenidas y 29 casos esclarecidos.

Desde la creación del grupo Roca de León en octubre de 2013, suman más de 600 detenciones y el grado de éxito de su trabajo ronda el 45-50% de las denuncias.