A demanda y con tomas nocturnas

Las dudas, el estrés y el miedo a no saber si se está haciendo bien son los mayores enemigos del éxito de la lactancia materna. «Todas las madres pueden. Son muy excepcionales los casos en los que no se aconseja la lactancia materna por enfermedades. Pero son tan pocos que no son significativos», asegura la matrona Diana Martínez. «La llegada de un nuevo miembro a la familia es una etapa de grandes cambios en la que los estereotipos lanzados desde diversos ámbitos, dan por supuesto que siempre ha de salir todo a la perfección, cuando en realidad no es así».

Entre las recomendaciones que ofrece la guía está la de fomentar la lactancia materna a demanda, cada vez que el bebé lo pida. El momento más difícil de la lactancia materna, sobre todo si la madre es primípara, es el inicio e instauración de la misma. Durante las 4-6 primeras semanas se desaconseja el uso de tetinas o chupetes, la administración de leche de fórmula o sueros innecesarios porque disminuyen el apetito del recién nacido y afecta a la producción de leche.

Los pezones no necesiran un cuidado especial. El uso de pomadas puede impedir la protección y lubricación natural del pecho.

En la guía se aconseja informar a las madres de que el sabor de la leche varía con la alimentación de la madre, lo cual no implica que deba restringir su dieta. «Por el contrario, estos cambios de sabor facilitar al niño la adaptación a la alimentación complementaria, por lo que la madre debe llevar una alimentación variada y equilibrada».

Tampoco se aconseja suprimir las tomas nocturnas. «No hay ninguna razón médica para suprimirlas. Son muy importantes para el establecimiento de una adecuada lactancia, previene la mastitis, producen picos más elevados de las hormonas que ponen en marcha la lactancia y ayudan a mantener la producción láctea».