El Fidel Castro de Cacabelos

carmen Tapia | texto

Ana F. Barredo | fotografía

Al enólogo berciano Álvaro Vidal le tocó vestirse de Fidel Castro en la fiesta cubana que organizó, junto a Ada Prada, en La Moncloa de San Lázaro hace dos años. «Fue un disfraz fácil. Me compré una guayabera, un uniforme militar y una gorra. Entonces todos empezaron a decirme que tenía mucho parecido con Fidel Castro». Entre mojitos y música cubana, su semejanza con el fallecido dictador le ha hecho merecedor de una segunda fama, después de la de enólogo, que es su profesión y su pasión. «Empecé a trabajar en La Moncloa con la música en directo, intentando hacer muchas cosas». El mencía ‘De 2’ y el godello ‘Ollo de Gallo’ salen de las bodegas de este viticultor de 45 años. «Tenemos un día entero para compartir juntos la vida», se lee en una de las etiquetas de ‘De 2’. Vidal nació en Orense, se crió en Bilbao y trabajó en Barcelona «donde me metí en el mundo de los vinos. Mi padre tenía viñedos. Conocí a Ada que era enóloga y ahí empezó todo». En La Moncloa de San Lázaro en Cacabelos organiza todos los años la fiesta cubana a propuesta de una marca de ron, a pesar de que su relación con Cuba está aún por desarrollar. «La única relación que tengo con Cuba es por mi abuelo que en los años 20 se fue allí y montó un bar. El padre de Fidel Castro era de Lugo y mi familia era de Lugo también, pero nada más» explica para acercarse al personaje al que imita. Si voy a Cuba me llevaré mi guayabera y mi gorra y pueden pasar dos cosas, o me matan o me tiran monedas».