Refugiado por ser gay activista
George R. Freeman, con la bandera arcoíris. FERNANDO OTERO
George Reginald Freeman thuyó su país, Sierra Leona, por «ser gay activista y defender los derechos de las personas LGTBI», señaló ayer en León este abogado invitado por Amnistía Internacional a los actos de León con Orgullo. Fundador de Pride Equality para ayudar a las personas LGTBI+ con VIH, que no tienen derecho a atención médica en su país, fue encarcelado varias veces en virtud de una ley británica de 1861 que prohíbe el sexo anal y las condenas alcanzan la cadena perpetua y en el que a los musulmanes se les aplica la sharia, lapidación a los hombres y 150 latigazos a las mujeres. En 2013, tras salir de la cárcel y aparecer en la BBC logró un visado para España en Ghana. Si aquello fue duro, por la enorme burocracia y trabas, la estancia en España como refugiado ha sido otro calvario. Tras De Madrid a Canarias, y luego a Barcelona, donde vivió tres meses en la calle. Pride Equality atiende a 250 refugiados LGTBI+ en España, Francia y Bélgica.