Diario de León

Réquiem por los vencejos en León

Los eternos voladores se ven cada vez menos en la ciudad. Las modernas construcciones sin huecos en los tejados, el déficit de insectos y el calor están minando a estos pájaros que vuelan hasta para dormir.

'Chalé' para vencejos en el campus universitario. FERNANDO OTERO

'Chalé' para vencejos en el campus universitario. FERNANDO OTERO

León

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Un vecino de Quintana de Rueda que aún se fija en lo que pasa por el cielo echó en falta este año a las colonias de vencejos que visitaban la comarca al final de la primavera. Tampoco ha visto echar el primer vuelo a los polluelos que saltan del nido al aire sin entrenar. El declive de los vencejos, que han mermado sus poblaciones un 30% en los últimos veinte años, comenta Manuel Antonio González, doctor en Biología y fundador de Más que Pájaros. «Los vencejos viven una situación dramática», apostilla.

De los 30 millones de aves que volaban hace 20 años desde África meridional a Europa ahora se estima que vienen solo 20 y están cambiando sus patrones migratorios. «Han mermado igual que el urogallo en este tiempo, lo que ocurre es que los urogallos partían de una situación mucho peor», puntualiza.

Los vencejos chocan con la vida moderna de las ciudades y, sobre todo, con la ausencia de agujeros en las nuevas construcciones y rehabilitaciones de viviendas. Son pájaros que viven y hasta duermen volando y solo se posan para anidar. Y no eligen los árboles. Los vencejos encontraron en los aleros de los tejado tradicionales los huecos idóneos para construir sus nidos y criar a sus polluelos.

Las ramas son demasiado peligrosas para su condición física, Tienen las patas cortas y las alas largas y son incapaces de echar el vuelo si se caen al suelo. Salvo que reciban ayuda, como le ocurrió a Pancho, el vencejo que la ponferradina Marisa Álvarez y su familia encontraron en la calle del Cristo de Ponferrada hace unos años y que ayudaron a remontar su vuelo tras criarlo. Era un polluelo. Y ahora es un cuento que sirve para ayudar a otros vencejos y a concienciar a la población sobre las dificultades por las que atraviesa el ave.

«El vencejo es una especie común vinculada a las construcciones humanas de pueblos y ciudades», apostilla el naturalista. Las construcciones modernas y las rehabilitaciones de viviendas «tapan todos los agujeros» y los vencejos, que son animales de costumbres y vuelven a los lugares de siempre, se encuentran sin sitio para anidar. El barrio de El Ejido en la capital era uno de sus últimos refugios. 

«Vuelven a los sitios de siempre, siempre que haya huecos», apostilla Manuel González. En algunas ciudades, como Segovia, las normas urbanísticas incluyen la obligación de dejar espacios para el anidamiento de los vencejos. «Estaría bien que el Ayuntamiento de León incorporara en sus políticas urbanísticas que en las rehabilitaciones de viviendas se dejen cajas nido especiales para que puedan anidar y no se encuentren con los mamotretos de hormigón». 

La vida al vuelo
Los vencejos se pasan la vida volando hasta para comer y dormir. Solo se posan para criar

Una de las soluciones que se han ideado son las casas nido, aunque la experiencia que puso en marcha la Facultad de Biología de León no ha dado los resultados esperados. La colonia de vencejos que visitaba el entorno del edificio de Biológicas y Ambientales ha desaparecido. «Ya no vemos a los vencejos», comenta Antonio Laborda, del departamento de Diversidad y Gestión Ambiental en Zoología. 

No sólo solo es la falta de huecos. También el calor derivado del cambio climático incide en la merma que sufre la especie. Las olas de calor de junio y julio han sido mortíferas para estos pájaros en Extremadura y Andalucía en su último viaje migratorio. Pájaros adultos que caen al suelo deshidratados y crías que se arrojan desde los nidos por no soportar las altas temperaturas.

La sensibilización ciudadana en torno a estas aves migratorias se ha cuajado en la organización de grupos como SOS Vencejos que ofrece información sobre cómo ayudar en caso de encontrarse con un pájaro que precise ayuda y canaliza su asistencia hacia los Crea (Centros de Recuperación de Especies Amenazadas). Las redes sociales de Facebook e Instagram son su plataforma.

SEO/Birdlife declaró 2021 como el año del vencejo, cuyo nombre científico en latín es apus apus. «Los vencejos suponen la adaptación extrema de las aves a la vida aérea», señala la organización ambientalista al destacar que «todo su ciclo vital se puede desarrollar en vuelo, excepto la nidificación». Además, incide, «el vencejo común es la única especie europea que habita zonas relativamente frías. Los pollos han desarrollado la capacidad de entrar en un estado de torpor, similar a una hibernación, que les permite superar fenómenos meteorológicos adversos sin la necesidad de comer». 

Se cree que en el origen, el vencejo anidaba en zonas rupícolas —rocas compactas con vegetación— pero se ha adaptado de tal manera a la vida moderna que «actualmente cría casi de forma exclusiva en zonas urbanas, incluso en metrópolis enormes y contaminadas».

Un caída espectacular
La población de vencejos ha mermado un 30% en los últimos veinte años, ahora son 20 millones

Pero necesita huecos. E insectos para comer. «Son insectívoros y los plaguicidas», apostilla Manuel González. La prolieración de estos productos en la agricultura, jardinería y silvicultura merma también las reservas alimenticias para los pájaros. 

Los vencejos son animales fascinantes. Se pasan la vida volando, incluso cuando comen y duermen. «Para dormir, se ponen una especie de piloto automático en el cerebro y dan vueltas mientras duermen», explica el biólogo. Cuando las condiciones climatológicas son adversas vuelan muy alto hasta que mejora el tiempo.

«El vencejo es una poderosa señal de alarma de la actual crisis ecológica, nos indica la necesidad de un cambio de modelo que redefina nuestra relación con la naturaleza», apunta SEO/Birdlife. Desde esta organización se aboga por «naturalizar los entornos urbanos para favorecer la biodiversidad urbana», con un urbanismo amigable. Como ave insectívora, su presencia ayuda al control de plagas y enfermedades transmitidas por insectos y como ave migratoria, «aporta información de interés sobre el cambio climático». El Programa Aves y Clima es una excelente herramienta para estudiar los cambios que se producen.

Mediante el programa e-Bird y Aves y clima se recogen muchos datos que permiten evidenciar los efectos del cambio climático, En definitiva, la vida humana también mejora con los vencejos. Bien lo sabía el poeta y profesor y poeta leonés Felipe Pérez Pollán que creó Poesía para Vencejos. certamen que cumplió 33 ediciones este agosto con el llanto por la muerte de su fundador. Quizá los vencejos echan de menos a su mentor.  

No han estrenado sus 'chalés' en el campus

La Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales fue pionera en León en facilitar el anidamiento de la colonia de vencejos que visitaba cada primavera el campus. Al ver las dificultades que los pájaros tenían para hacer sus nidos, en 2017 colocaron ocho cajas de madera dobles anidamientos. «Son 16 ‘chalés’ adosados que no han estrenado», comenta Antonio Laborda, entonces decano de la facultad. Tendrán que estudiar qué ha ocurrido aunque actualmente el departamento de Zoología no cuenta con ningún experto en ornitología, tras la jubilación del catedrático Francisco Purroy, un referente en el campo de las aves en León a nivel académico y cívico con su colaboración con entidades como la berciana Tyto Alba.

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