Sánchez sitúa la vuelta a la normalidad en mayo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rebajó ayer el optimismo sobre una rápida inmunización masiva contra el coronavirus en España al asegurar que el Ejecutivo prepara la campaña de vacunación para dentro de medio año, en mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma. «Las nuevas vacunas podrían estar listas para ese momento (mayo), acompañando al cambio de estación, y eso nos ayudará a recuperar progresivamente esa ‘nueva normalidad’», aseguró el presidente durante un acto en la Comunidad Valenciana.

Las declaraciones de Sánchez dejan en el aire las previsiones del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que contempla como escenario que ya este diciembre lleguen al país tres millones de dosis de la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la más avanzada entre las que han firmado acuerdos con España, dentro de un paquete de 30 millones que, supuestamente, estas instituciones suministrarán a la Unión Europea en las próximas semanas.

Illa ha afirmado en múltiples ocasiones que en diciembre la sanidad española dispondrá de la inmunización. Ayer, desde Vigo, se volvió a referir al asunto, aunque introdujo a sus palabras un «quizá», porque ahora no está ni mucho menos claro que se cumplan estos plazos.

El ministro de Sanidad detalló que a finales de este año podría haber autorizaciones para suministrar alguna de las tres vacunas con contratos cerrados (AstraZeneca, Johnson and Johnson y Sanofi), siempre y cuando «funcionen los análisis clínicos».

Las vacunas pasan un exhaustivo análisis durante todo su proceso de producción y se estudia al detalle su seguridad, su eficacia y su capacidad de inmunizar. Cuando lleguen a España, será la Agencia Española del Medicamento la que deba dar el visto bueno antes de proceder a su dispensación a los ciudadanos. Sanidad recordó ayer que España tiene contratos con siete tipos de vacunas de siete compañías distintas.

Plazos contradictorios

Contradiciendo los plazos establecidos por Illa, las farmacéuticas se han mostrado en todo momento muy prudentes. El pasado lunes, el director del área de Investigación y Desarrollo de Oncología de la empresa farmacéutica AstraZeneca, Josep Baselga, afirmó que «a finales del primer trimestre del año que viene, si todo va bien, las vacunas estarán en una fase avanzada de distribución».

Las vacunas de AstraZeneca (trabaja con cuatro proyectos a la vez) funcionarían en dos dosis, la segunda 28 días después de la primera. Pero la empresa también ha sufrido contratiempos: entre septiembre y octubre, detuvo sus ensayos en Estados Unidos tras la enfermedad neurológica (posiblemente, una mielitis transversa) que sufrió uno de sus voluntarios.

Freno de la OMS

La Organización Mundial de la Salud también ha frenado las expectativas. En septiembre auguró que no habrá inmunizaciones masivas hasta 2022 y que las primeras vacunaciones a grupos vulnerables no se producirán hasta mediados de 2021.

Antes de estos contratiempos, los planes de Sanidad pasaban por comenzar a vacunar a los grupos de riesgo, los mayores y quienes sufren patologías previas, con la primera remesa de este diciembre.

Posteriormente, la inmunización se extendería a los trabajadores de los servicios esenciales, prioritariamente, los sanitarios, que tienen más posibilidades de contagiarse por el virus al estar en contacto con población de riesgo.