Diario de León

Siempre hay un tercio de personas a las que les caes mal, hagas lo que hagas»

El psicólogo Rafael Santandreu, en una de sus conferencias. DL

El psicólogo Rafael Santandreu, en una de sus conferencias. DL

León

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Lugar: Salón de actos del Ayuntamiento (entrada por Alfonso V)

Hora: 19.00

Día: 11 de mayo

El psicólogo Rafael Santandreu presenta mañana en León su último libro Sin miedo en una charla organizada por el Teléfono de la Esperanza. Santandreu invita a los asistentes a que expongan sus miedos y a establecer un diálogo que sirva de experiencia al resto de los participantes en el acto en el que abordará las causas de los miedos más comunes a los que se enfrenta la población en la sociedad actual.

—¿A qué tenemos miedo?

—El ser humano tiene dos tipos de miedos. A cosas externas, como a los gatos o miedo a que tu mujer te pongan los cuernos, y el que yo considero más importante, que es el miedo a algo interno, como por ejemplo que el corazón se acelere o que suba la tensión arterial. Mi libro va sobre este segundo tipo de miedos porque es mucho más problemático, primero porque no puedes huir de ti mismo y de tus funciones corporales, y porque son auto reverberantes, tienen feedback . Eso los convierte en muy especiales. Cuanto más miedo más se produce ese síntoma y cuanto más se produce el síntoma más miedo tienes. Es un círculo vicioso. Eso es lo que hace que la gente tenga ataques de pánico, esa cosa tan rara, o trastornos obsesivos compulsivos (TOC).

—Son raros, pero muy frecuentes

—Son muy frecuentes porque ya los tienen más de un 10% de la población, pero sin embargo son raros. Hay personas que están tranquilamente en casa viendo la tele y de repente, sin ninguna razón, el corazón les empieza a ir a mil por hora, tienen unos vértigos brutales, y piensan que se van a morir. Van a urgencias y les dicen que no tienen nada, les dan un tranquilizante y se les pasa, pero eso les puede pasar cada día sin aviso previo y eso es muy confuso para la persona.

—Aparentemente sin ninguna razón que cause un miedo objetivo, porque hay miedos objetivos.

—Sin ninguna razón. Es el miedo al propio miedo. La persona no tiene nada malo en el corazón, no le va a pasar absolutamente nada, pero lo va a pasar muy mal porque esos ataques de pánico los va a tener constantemente.

—Sobre todo esto hay mucha teoría. ¿Por qué este método que usted propone puede ser el definitivo?

—Este método ya hace décadas que existe. Hay cientos de artículos publicados que refrendan su eficacia y cura. Aún así mucha gente no lo conoce, porque de estos temas no se habla lo suficiente.

—A pesar de que se habla mucho de miedos y ansiedad.

—Sí, pero sobre los ataques de pánico y del TOC no se habla mucho. Los grandes medios no están muy interesados en que yo hable de este tema. Generalmente les aburre, no les parece un tema interesante para el gran público. Les parece aburrido hablar del TOC.

—A lo mejor es porque hay mucho supuesto experto en estos asuntos, muchas propuestas y métodos que no funcionan. Lo que nos dicen los psiquiatras es que cada vez hay más problemas de ansiedad, de salud mental y consumo de medicación. Hay muchos gurús que proponen soluciones que no sirven y te venden motos.

—Eso es verdad. Mi consejo es que tanto en medicina como en psicología vayan solo a especialistas con la debida preparación y que hablen de terapias que hayan sido contrastadas con estudios. Todo lo que no se haya contrastado con estudios, recházalo. El método del que yo hablo, que es la terapia de exposición, está más que comprobado. Pero también hay que decir que es una terapia difícil de llevar a cabo, muy difícil, es dura.

—¿A qué tiene miedo usted?

—A muy pocas cosas ya, pero destacaría las cucarachas. Un amigo me pregunta que por qué no me elimino ese miedo. No lo hago porque es trabajoso y porque no me preocupa porque, por suerte, no veo cucarachas nunca, así que prefiero dedicar mi energía a otra cosa.

—¿Los miedos están relacionados con alguna vivencia anterior?

—No siempre. A veces los miedos son irracionales y agudos. Hay más riesgo de caer en los miedos de los que yo hablo.

—¿Hemos salido de la pandemia con más miedos?

—La conclusión de la pandemia es que en las épocas más tranquilas de la vida hay que prepararse con mucha inteligencia emocional, porque cuando llegan las grandes adversidades, que llegarán en forma de hechos sociales o enfermedades personales o familiares, cuanto más preparado estés, mucho mejor. Con la pandemia hemos visto que hay millones de personas a las que no les ha afectado en absoluto e incluso han aprendido. No les ha gustado, porque es una adversidad, pero han salido completamente indemnes e incluso han aprendido cosas. Y en muchos otros, sin embargo, ha sido la gota que ha colmado el vaso en su inestabilidad emocional. Si quieres ser de los primeros, empieza a trabajar ya, no te esperes a que te lleguen las adversidades.

—¿Cómo?

—Existen entrenamientos en fortaleza emocional. Algunos no funcionan y otros sí funcionan. En eso estoy muy de acuerdo contigo, hay mucho... no sé como decirlo....mucho flipado. Pero existen entrenamientos en fortaleza emocional comprobados. Mis cuatro libros anteriores explican uno de esos entrenamientos, que se llama ‘terapia cognitiva’, y que puedes practicarlo. Consiste en ir construyendo un sistema filosófico, de valores vitales, que es propio de las personas fuertes. Hay que revisar todos los días el diálogo interno. Hay otro método, que explico en este otro libro, que es el conductual, que está orientado a los miedos agudos, pero también puedes practicarlo en tu día a día. Luego está la meditación de estilo budista, que sí está comprobado que funciona, con estudios. Sería bueno que nos demos cuenta que hemos hecho tan compleja la vida, tan superexigente, que una gran parte de las personas van a necesitar esas técnicas de fortaleza emocional, porque la vida ya no es tan sencilla. Si quieres aprovechar lo bueno y esquivar lo malo, esa asignatura empieza a ser muy necesaria. Alguien puede decir que saber informática hoy en día es una necesidad, pero hay otra asignatura más importante, que es la fortaleza emocional, porque, de una manera similar a la que hemos introducido la informática, y es indispensable, hemos hecho tan compleja la vida que ya no vale con lo que sabíamos, tenemos que saber más de fortaleza emocional, porque el nivel de exigencia es muy grande, que volverse locuelo es muy fácil ahora.

—A usted le gusta pasar un cuestionario con preguntas y respuestas para aclarar conceptos de su libro. Esta entrevista no sigue ningún cuestionario pero hubo un conocido presentador que le reprochó en directo esa práctica. ¿Cómo le afectó? ¿Necesitó echar mano de la fortaleza emocional?

—¿Te refieres al programa de Buenafuente? (sopla) Es una cosa muy menor, una anécdota un poco tonta, incluso. Todos tenemos a un tercio de personas que nos aprueban, otro tercio de personas que te desaprueban y un tercio a los que no le importas en absoluto. Estos porcentajes son prácticamente imposible de cambiar. Lo mejor es aceptar que esto es así, estar feliz con esos porcentajes y hacer lo que crees que tienes que hacer y comportarte como tú crees que te tienes que comportar. Esa es la mejor manera de encarar la aprobación de los demás. Yo tengo muy claro estos porcentajes en mi vida. Buscar la aprobación de los demás es una querencia irracional muy potente. Una porque no va a pasar y empeñarte en algo que no va a suceder es un poco loco. Dos porque tampoco lo necesitas, hasta sería aburrido que todo el mundo te tratase bien todo el tiempo.

—¿Cómo superar el miedo al rechazo?

—Es un tema de mucha enjundia. Incluso las personas que más quieres también fallan y tampoco necesitas su aprobación todo el tiempo y no la vas a tener. Haremos bien en escoger a las personas que queremos que nos rodeen. Cuando las escojas tienes que introducir cierto porcentaje de fallo en ellos, porque si no te vas a volver talibán con la gente que más quieres, y eso no se lo merecen. Este es un tema que tiene mucha enjundia. Pero está claro que las personas que más te quieren tampoco te van a tratar bien todo el tiempo. Nadie está capacitado para hacer eso, y por otro lado tú tampoco lo necesitas, pero es cierto que existen límites, y esos límites los decides tú en cada momento.

—¿Qué espera de la charla en León y del Teléfono de la Esperanza?

—En las charlas que doy ultimamente viene gente que en el turno de preguntas dan su testimonio de curación de ataques de pánico y TOC. Es muy bueno que levanten la mano y se atrevan a explicar lo que ellos tenían y los cuatro pasos que doy en mi libro para que aprendan a cambiarlo. Se crea un clima muy bueno. A veces dialogan las personas que ya han superado el problema con las que están en el proceso.

—El método que usted propone es el de la exposición al miedo, no evitarlo

—Ir a buscarlos todos los días, permanecer con ellos con la intención de aceptarlo todo para desensibilizarte. Es un trabajo muy difícil. Estos temas sólo los deberían tratar psicólogos que tienen estudios especializados en esto. Hay muchos que te conducen con otras teorías que no funcionan. La única que funciona es esta. En estos miedos, en concreto, es el único método que funciona. En el libro incluyo 24 testimonios, que están en mi canal de Youtube, tanto de ataques de pánico como de TOC.

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