Diario de León

Consecuencias de la pandemia

De vender 2.000 mascarillas al año a 160.000 al mes

El mercado del medicamento mueve en León 144 millones de euros. La suspensión de las consultas presenciales ha provocado una caída del 2% este año. De la cooperativa Cofarle salen cada día 38.000 unidades de productos para las farmacias. El medicamento más vendido es el Adiro.

Un trabajador de la cooperativa coloca los productos en las estanterías. FERNANDO OTERO

Un trabajador de la cooperativa coloca los productos en las estanterías. FERNANDO OTERO

León

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El Adiro, un medicamento para favorecer el flujo de la sangre, es la estrella de los fármacos que más se toman en León. Este año se han repartido más de 143.263 unidades desde la Cooperativa Farmacéutica Leonesa (Cofarle), que mueve el 67 % del mercado del medicamento a través de cooperativas en León. Después del Adiro, en la lista de los diez fármacos que más se consumen en León están todos los que se utilizan para paliar el dolor y la ansiedad, la diabetes y los problemas de riñón. Muy difícil de comprar ahora, porque están desabastecidos, Duphalac, que se utiliza para el estreñimiento, y Beloken, un fármaco para la hipertensión.

El mercado de las cooperativas farmacéuticos movió este año 144 millones de euros en León, un 2% menos que el anterior. Este descenso está provocado por el estado de alarma y el cierre de los centros de salud y las consultas médicas, lo que reduce el movimiento de fármacos, que mantiene los destinados a patologías más graves y crónicas. según el director gerente de la Cooperativa Farmacéutica Leonesa (Cofarle), Jesús A. Lens Blanco. Cofarle, una de las cuatro cooperativas que trabajan en León —un mercado en el que también trabajan Cofares, Bidafamar y Alliance Healthcare— está integrada por 350 farmacéuticos socios de León, Palencia y Zamora y mueve el 67 % del mercado de productos farmacéuticos en León, el 35% de Camponaraya, el 15% en Palencia y el 4% en Benavente.

«Estamos creciendo. Este año hemos vendido productos farmacéuticos por valor de 105 millones de euros, 12 millones más que el año pasado y cinco más que el anterior». A pesar de que el movimiento general desciende en toda la provincia por el estado de alarma. Lens Blanco atribuye este aumento de la cooperativa a la estrategia para conseguir un precio más competitivo de los medicamentos que supone un ahorro para los farmacéuticos de un 2,3% de todo lo que compran.

De la cooperativa salen cada día 38.000 productos farmacéuticos (26.000 de León y 12.000 de Camponaraya). Un proceso que combina el trabajo manual y la robotización de 2.500 medicamentos. «El farmacéutico realiza el pedido desde el ordenador de su farmacia y el robot que tenemos en el almacén lanza las unidades, que colocan en las cubetas. El reparto de los medicamentos se realiza cuatro veces al día».

Para paliar el desabastecimiento, Cofarle tiene un sistema de pedidos integrado. «Lo que no está en Cofarle lo pueden servir otras cooperativas de los nueve almacenes del grupo Unnefor, que tiene el 12% del mercado nacional».

Ventas
El mercado de las cooperativas farmacéuticas cae un 2% por el estado de alarma

Los medicamentos que más se venden están en la primera línea de salida. En las estanterías robotizadas aparecen en primer lugar todas las familias de los medicamentos para el dolor, la ansiedad, la diabetes, la circulación de la sangre, la hipertensión, un grupo de fármacos que representan la mayor parte de las ventas que se realizan en las farmacias.

El perfil de los medicamentos más vendidos tiene su espejo en la población, cada vez más envejecida, lo que también se nota en los productos de gran volumen, que ganan terreno en las peticiones que se hacen desde farmacias. Los artículos para la incontinencia, como los pañales, y la alimentación parenteral son los que más crecimiento han experimentado.

La pandemia puso a prueba a las cooperativas. «En marzo nos encontramos con que había escasez de mascarillas y geles hidroalcohólicos. Buscamos todas las soluciones posibles a través de proveedores de distintos lugares, extraordinariamente caros y difíciles de conseguir». Antes del 14 de marzo, cuando se declaró el confinamiento general, la venta de mascarillas en las farmacias era residual. En todo el año 2019 se vendieron 2.000 mascarillas y ahora se venden 160.000 al mes. «El mercado se han llenado de productos, como las mascarillas, que no cumplen la normativa. Desde las cooperativas farmacéuticas nos abastecemos de proveedores con todas las garantías. La bajada del precio de las mascarillas ha hecho perder dinero a los farmacéuticos que las habían comprado previamente a un precio más alto y que las vendieron después más baratas».

La partida que ayudó en marzo

Nadie podía esperar en una pandemia de este calibre en todo el planeta. La escasez de mascarillas y de material de protección se hizo patente no sólo para la ciudadanía sino en los centros sanitarios. Los trabajadores de los hospitales y centros de salud se pusieron casi a cara descubierta contra un enemigo entonces desconocido. En medio de este desabastecimiento general de material, Cofarle encontró e su almacén 40.000 unidades de mascarillas FFP2, unas existencias que permanecía en las estanterías desde la epidemia de gripe aviar en el año 2010. «Estas mascarillas tienen caducidad y en este caso el fabricante había establecido un uso preferente hasta el 2017. Estaban perfectamente empaquetadas. Preguntamos al fabricante si se podían utilizar y nos garantizaron que sí. Hablamos con la Consejería de Sanidad y les mandamos 20.000 mascarillas para los centros sanitarios y la otra mitad las repartimos para que se protegieran nuestros farmacéuticos».

Proyecto social

Además de la formación y apoyo informático a los farmacéuticos de León, la cooperativa también tiene un proyecto social. En lo que va de año han repartido 14.000 mascarillas, 150 geles y 35 mamparas a asociaciones como Amidown, San Vicente de Paúl, Alzhéimer de León y Ponferrada y la Plataforma del Voluntariado de Castilla y León.

Cofarle nació en León en el año 1933 con la industrialización de los procesos de fabricación de los medicamentos. «Los farmacéuticos, que hasta entonces habían realizado las fórmulas magistrales en sus boticas, ya no tenían capacidad logística y se creó la cooperativa con la única misión de maximizar el beneficio en la compra de los productos», recuerda Lens Blanco.

 

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