Diario de León
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Un paradigma lo entendemos como una teoría que sirve de modelo para resolver problemas. Ejemplo: mi amigo es un paradigma de lo que debe ser la amistad y yo quiero y deseo resolver cuantos problemas surjan para mantener esa amistad. En esta ocasión el tema me lo motivó una escucha radiofónica. Por esto hoy no quiero parecer o aparentar «cabreo», quiero hablar de la amistad. Quiero comparar la amistad real con la amistad virtual o no real y de proponerles valorar cual es mejor y cual peor.

Este paradigma tiene mucho que ver con la época en que nos ha tocado y toca vivir. Quienes somos ya un poco entrados en años seguro que preferimos la amistad real y los hayan nacido en el siglo XXI lo verán tal vez en diferente forma. Para empezar contaré que tengo ya bastantes años y que practiqué desde muy niño una real amistad con aquellos a los que elegí como amigos y que también ellos me eligieron a mí. Eran años de carestía, hablo de los años 60 y así ha sido hasta nuestros días, días en que seguimos tan amigos como entonces, Alguno de estos amigos por desgracia, ya se ha quedado por el camino, pero no lo olvidamos.

Nos vemos poco pero buscamos nuestros encuentros y disfrutamos de ellos. Los tiempos son otros, pero estos encuentros son emocionantes y lo son tanto como lo fueron en su momento. Por el camino iban quedando «nuestros problemas». A nuestro lado había otros muchachos con los que teníamos afinidad, pero el resultado final siempre fue y es el mismo, 5 amigos (ya 4) pero amigos de los de para siempre. El principal atributo de un amigo es que lo elegimos en función de las afinidades y de la empatía permanente (no ocasional) por lo que si esta se ha perdido vale la pena rescatarla una y otra vez. En esto consiste el paradigma de la amistad. En la actualidad se alardea mucho de la amistad virtual e incluso se maneja un vocabulario que nos resulta difícil de «digerir». Hablamos de navegar, de servidor, de página web, de enlace, de red, de internet…

Yo soy un profano y les confieso que algunas no sé ni lo que quieren decir. Me planteo yo y les planeo a ustedes, buscar las diferencias que hay entre la amistad real y la virtual. De la real ya he dado unas pinceladas. De la segunda, lo primero que se ocurre decir es que la amistad irreal consiste en un vínculo que se inicia a través de un medio virtual como un ordenador o cualquier otro medio que pueda relacionarte con otras personas a través de ellos. Para entrar a valorar la amistad virtual diré que es un concepto trivial de importancia escasa y efímero, poco duradero y que en mi forma de ser, «ni siquiera se le podría llamar amistad», porque no hay conexión física y si la hay en todo caso, se hace con «conocidos» tras la pantalla de una red. ¿Cuántas desilusiones nos llevaríamos si conociéramos presencialmente al amigo que hemos «hecho» a través de las redes?, muchas más que con amigos de tu infancia o adolescencia. Los amigos reales, lo siguen siendo aún con el paso del tiempo, siempre están a tu lado, lo compartíamos todo, también las crisis y hasta nos enfadábamos y estábamos algún día «enfadados» pero enseguida encontrábamos la solución.

En cualquier caso, si hacemos una mirada retrospectiva no hay comparación, al menos desde mi punto de vista. Sobre el vocabulario: Introduzcamos una palabra de este siglo XXI que se ha puesto de moda por las interconexiones de las redes sociales.

Al mundo de lo virtual, (y dentro de este mundo también la amistad) le llaman metaverso ¿Qué quiere decir el metaverso? Es  un mundo virtual, uno al que nos conectamos utilizando una serie de dispositivos que nos harán pensar que realmente estamos dentro de él, interactuando con todos sus elementos. Yo cuando estoy con mis amigos no necesito pensar en ellos, estoy con ellos. En el mundo virtual se buscan entornos donde los humanos interactúan e intercambian experiencias siempre mediante el uso de avatares, a través de un soporte lógico en un ciberespacio o espacio virtual creado con medios cibernéticos (espacios creados por medio de computadores) que actúa como una metáfora del mundo real, a mi entender con sus limitaciones. Una metáfora es una figura retórica en la que se sustituye un término real por otro irreal. De esta forma podemos asistir a conciertos virtuales, viajar, interactuar con otros usuarios, disfrutar en espectáculos del tipo que desees, ir de compras… En muchos casos es prácticamente lo que hacemos en nuestro día a día. Incluso trabajar, aunque al final estas solo. No dudo que el metaverso será una auténtica revolución en algunos ámbitos, en otros excluye a determinadas personas en materias como puede ser la sanitaria, la financiera, la soledad…

En el  metaverso nos sentiremos de forma virtual dentro, formando parte del propio universo, podremos movernos a través de un avatar que nos represente y con el que podemos relacionarnos, «tocando» cosas, moviendo objetos, los usuarios serán capaces de influir en el entorno de diferentes formas, pero siempre en un mundo virtual, imaginario, aparente, irreal. No encuentro ningún adjetivo que se acerque con mucho a lo que se siente ante la proximidad real de un «amigo».

¿Qué es el avatar de una persona? En informática avatar  se denomina a la representación gráfica que en el ámbito de internet y las nuevas tecnologías de la comunicación, se asocia a un usuario para su identificación en el mundo virtual. Los  avatares  pueden ser fotografías, dibujos o, incluso, representaciones tridimensionales. Sin sentimientos, solo los que tu pretendas aplicarle y estos serán siempre ficticios y fugaces. ¿Qué ocurre por tanto en el mundo del metaverso y de los avatares?, pues que a tu «amigo virtual» no lo tocas, no lo hueles, no lo abrazas, la relación depende de tu voluntad y no de la de los dos, siempre estarán a tu lado esperando una orden... ¿Como comparar la amistad de la infancia real, tocando, oliendo, abrazando, pensando en común …y compararlo con una amistad impuesta por la tecnología? No hay comparación. A un avatar no le podemos atribuir emociones o sentimientos, ni de coña. Es un muñeco al que le puedes poner caras, posturas emocionales o estados de animo pero no le puedes trasplantar un corazón y con él todas sus funciones automáticas y reactivas. Esto no lo va a lograr ni la tecnología, ni el metaverso, ni los avatares ni el cristo que lo fundó. ¿A qué se nota mi poca pasión por la tecnología dura y no por la blanda?

Yo, como todos, utilizo la tecnología: ordenador pata leer, escribir, recibir información… o la telefonía a la que soy poco adicto para hablar con mis allegados y algún que otro wsp, más allá no llego ni pretendo llegar. A cada cosa y momento lo suyo.

tracking