Ateo… y qué
Una vez convencido el hombre que la magia no daba respuesta a sus demandas reiteradas en modificar los acontecimientos derivados del comportamiento de la naturaleza, abandonó la Era de la Magia y ésta fue sustituida por la religión, acudiendo cuando necesitaba la ayuda de los dioses para resolver las dificultades que se les presentaban, en su vida cotidiana con alguna regularidad: sequías, inundaciones, hambrunas, epidemias, plagas, y cuestiones relacionada con su vida personal.
La religión cree en las excepciones, cree que es posible, por ejemplo en el alumbramiento de un nuevo ser por parte de una mujer sin intervención de un agente externo y aceptando por ejemplo que la intervención de los dioses son la causa de dicho alumbramiento, recogiendo de esta forma las creencias animistas de las tribus primitivas que no eran capaces de relacionar la copula de un hombre y una mujer en un instante determinado y el nacimiento de un ser a los nueve meses, achacaban dicho alumbramiento al tótem de la tribu, (el mito de la inmaculada concepción).
Posteriormente a esta etapa religiosa y dado que el hincarse de rodilla y elevar rezos y plegarias a los dioses, no daba resultado, se interesó por las causas naturales del mundo que le rodeaba, tratando de modificarlas las cosas en su beneficio. Entramos de esa forma en la etapa de la ciencia.
La termodinámica, perteneciente al ámbito de la Física, nos enseña que el tiempo tiene una dirección privilegiada, la de un aumento de la entropía, que es compatible con los ciclos biológicos de nacimiento y germinación, crecimiento y muerte,en definitiva el tiempo sigue un curso unidireccional ,con lo que nos imposibilita viajar al pasado, como se refleja en los siguientes ejemplos:
E1: Si tomamos una copa llena de vino y la estrellamos contra el suelo, la nueva situación que aparece ante nosotros nos muestra que no es posible volver al estado original, no se puede revertir, es un proceso irreversible.
E2: Suponga que tanto a Hitler, como a sus primos europeos les hubiéramos podido meter a todos en una cápsula y mandarlos al pasado, podría darse la circunstancia de que tanto Hitler como sus primos europeos, hubieran podido asesinar a sus respectivos padres y de esa forma ni Hitler ni sus primos europeos, hubieran podido nacer, y ¡todos tan contentos!, pero no corran, eso, eso no es posible, porque una vez que una persona ha nacido ya no puede no nacer. No ocurre lo que a nivel cuántico, como en la paradoja de el gato de Schrödinger, donde un gato puede presentar los estados vivo y muerto de forma simultánea.
Por lo tanto la etapa de la ciencia se impondrá en sus mas diversos aspectos, incluso en los que atañen a sus emociones; el psicoanálisis ha venido para quedarse, lleva más de 100 años, no lo duden, pero ¡ojo!, el psicoanálisis es como un stradivarius, que suena bien cuando el que lo toca, sabe de música.
Desde el psicoanálisis podemos abordar los temas que tanto han preocupado a la comunidad científica, y en especial a los físicos de todos los tiempos, por ejemplo el recurrente tema de la existencia de Dios.
Para el psicoanálisis, Dios no creó al hombre a su imagen y semejanza, sino que el hombre fue el que creó a Dios a su imagen y semejanza.
Partiendo del hecho de que solamente se simboliza aquello que se reprime, si en el amor que nosotros profesamos a nuestro propio padre, hacemos consciente la componente homosexual que dicho amor lleva asociado y renunciamos al acto homosexual dirigido al padre, este, el padre, no tiene porque ser reprimido y por tanto no aparece la simbolización, que acostumbramos a llamar Dios. Surge el tuteo con ese símbolo, de la misma forma que puedes tutearte con la naturaleza como símbolo de la madre.
De igual forma si en el amor que profesamos a nuestra madre hacemos consciente la componente sexual adherida a ese amor, y renunciamos a dicha satisfacción sexual, nuestra madre no tiene porqué ser reprimida y por lo tanto no la simbolizamos. Las formas simbolizadas de la madre se conocen en la tradición cristiana, en las formas más variadas de vírgenes de todos los tipos y modelos.
Lo anterior no es más que la consecuencia de la universalidad del Complejo de Edipo, responsable también de las atrocidades que vemos en la guerra desatada, por Putin. Como escribí en otro artículo, en este mismo periódico, el Sr. Bergoglio, papa Francisco, estuvo en tratamiento psicoanalítico, debido a su Complejo de Edipo y cuyas consecuencias han sido expuestas por escrito, en una artículo que he publicado en el libro titulado: Física, Psicoanálisis y Escuela (Editorial Círculo Rojo ) y cuyo título es Psicoanálisis y Ética.