Diario de León

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Este medio fue uno de los escasos que allá por 2020, preguntaba y aventuraba si al Rey Emérito ¿se le permitiría regresar a España en la presente Legislatura?

Lo cierto es que la vigencia de ambas continúa en pie, y que la estancia de poco más de unas horas en territorio español, no empaña para nada la realidad de la pregunta, aún sin contestar a juicio de muchos españoles.

Significábamos entonces una situación inédita que iría para largo, con el transcurso amplio del tiempo que ha dado para mucho por las circunstancias sobrevenidas y conocidas, persistiendo amplias zonas de claros/oscuros que precisamente no constituyen ayuda a una concepción real y finalista a ojos del ciudadano.

Es más, cuando surgió el presente tema que sonaba al conminativo ¡exiliadle!, fuimos preguntados por nuestras habituales fuentes y contactos extranjeros, si tal situación podría responder a los hechos barajados o se trataba de algún supuesto revanchismo político sopesando algún eventual cambio futuro en la Jefatura del Estado.

Este autor insiste en que España necesita con urgencia una regeneración política

Respondía entonces que me inclinaba por lo primero, dado el ejemplo perpetuo que debe ejemplarizar una Jefatura de Estado, pero al no considerarme monárquico, y contemplado que España, tampoco, pero sí «Juan carlista», no se debía ignorar que esta ha sido siempre harto generosa con sus monarcas de ambos géneros, en este tipo de casos y alguno que otro más.

El que suscribe afirma ser partidario de una Jefatura de Estado, preparada, apolítica y representativa, y la actual hasta ahora, cumple con su misión, tanto si es su deseo o no de hacer uso «del azul borbón».

Dentro de una relación causa-efecto, y al hilo de la supuesta y temporal visita del Emérito, y uno que nunca ha creído en casualidades, surge de improviso una especie de «pregunta-simulacro» realizada en algunas ciudades sobre preferencias entre República y Monarquía.

Pregunta, intencionada y realizada vísperas de la supuesta llegada del Emérito que, por su inadecuado oportunismo pierde credibilidad. Algo así, como aquella adivinanza ¿verde y con uvas?

Se trata de una pregunta a continuación: ¿surgen de nuevo entre bambalinas una opción política distinta a la actual que cita la Constitución, o puede tratarse de un nuevo globo sonda admonitorio?, ya que su eminente pie a tierra por unas horas ha despertado en algunos sectores indignación y escarceos.

Este autor insiste en que España necesita con urgencia una regeneración política, esperando comience a hacerse realidad a partir de las próximas elecciones autonómicas, y culminen en las Generales de 2023, ya que cada jornada transcurrida, empeora la del día anterior.

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