EDITORIAL | Cerezales consolida un proyecto clave para la cultura
Cerezales del Condado sería uno más de los preciosos pueblos de la ribera del Porma si no hubiera contado entre sus paisanos con Antonino Fernández. Un hombre hecho a sí mismo que acabó convirtiéndose en el hombre clave del Grupo Modelo, que había fundado años antes en México otra persona de este mismo valle, Pablo Díez.
Don Antonino, como es conocido en los incontables lugares hasta los que llegó su labor como mecenas, nunca olvidó sus raíces y financió la puesta en marcha de una de las labores culturales privadas más importantes de la provincia en las últimas décadas. Y la Fundación Cerezales dio ayer un paso de gigante para ampliar sus funciones y su actividad, pero también para consolidarse después del fallecimiento del que fuera su fundador.
El legado de don Antonino permite que la localidad de Cerezales se haya convertido en un foco cultural que de algún modo ilumina a toda la provincia, al acoger eventos de primer orden que generarían la envidia de cualquier otro centro de este tipo en España. La nueva sede, en la que se ha apostado por la sostenibilidad para encuadrarla de la mejor manera posible en la ribera del Porma, facilitará un mejor aprovechamiento aún si cabe de los recursos que la Fundación Cerezales está destinando a impulsar exposiciones, conciertos, talleres... y todo tipo de iniciativas y eventos que han puesto a ese pueblo en el mapa y que cada año atraen a miles de visitantes que dan nueva vida a una localidad muy afortunada gracias a su hombre más ilustre.
