Más claro, agua

El domingo día 16 de febrero, el director de Diario de León publicó un artículo titulado La mirada hacia el horizonte. Lo he leído con atención. Publicar ese contenido era muy adecuado pensando en León y quiero decir más, poniendo en negro sobre blanco y a todas luces lo que miles y miles de leoneses piensan aunque quizá no se atrevan a comentar el voz alta.

Joaquín S. Torné ha puesto los puntos sobre las íes y, por ende, ha sacado a la luz la verdad y sus consecuencias de lo que está viviendo esta ciudad, esta provincia y quizá esta región. Pone de manifiesto muchas cosas y da su opinión sobre todas. Desde el ‘craso error’ de querer formar una nueva autonomía en un momento como el que está viviendo León, hasta lo que deberían pensar los distintos partidos ante esta situación, pasando por reconocer la buena idea de que ‘salir a la calle’ es una llamada de atención para perseguir inversiones.

Repasa el director digamos los tópicos a los que está agarrado León y defiende que sería buena idea desengancharse de ellos para tirar hacia adelante partiendo y explotando el talento que existe en esta zona de España. Desatascar el nudo gordiano con el que estamos viviendo hace ya bastante tiempo.

Pone comparaciones, sencillas, y por tanto importantes, y por tanto entendibles, para el futuro de León. Claro que hay que remar todos al unísono. ¿Cuantos campeones de traineras de Hondarribia o Cantabria conocemos que cada uno de sus remeros vaya por su lado? Ninguno. Para ganar, es imposible. Y remar todos al unísono no es, desgraciadamente algo de lo que pueda presumir León, pensando en sus empresas, en sus negocios, en sus horarios para trabajar, o en decidir que una calle sea peatonal, por poner algún ejemplo. De todo eso hay que darse cuenta y tener voluntad de corregirlo si, de verdad, queremos ser importantes como ciudad dentro de nuestra nación.

Es triste tener que leer en el artículo del director que los partidos políticos en nuestra ciudad empleaban más su tiempo en sus discusiones de patio de colegio en vez de pensar y actuar en favor de la ciudad. Cuando se acercan las elecciones, es otra cosa. Por el interés te quiero Andrés.

Ya sé que miramos mucho a los de fuera. Pero es que, mi querido amigo, los de fuera tienen más experiencia y, normalmente lo hacen mejor. Hay un cambio de ministros o de alcaldes o de senadores y falta tiempo para felicitar y reconocer la labor llevada a cabo por el sustituido. Aquí, no. Aquí nos damos la mano frente a la galería y cuando estamos solos, zasca, cuanto más duro mejor, a lo anterior que no vale para nada. Por tanto no es malo copiar. Mejoraríamos mucho.

Es bonito en la vida y, desde luego en la política ir a favor de alguien. Aquí, desgraciadamente se va en contra de alguien. Y así, no hay manera. Por supuesto estos argumentos o razonamientos que vivimos cada día, ellos, los protagonistas, no los aceptarán nunca. La razón siempre la tienen ellos. Y así nos va.

Vivimos además la era de los móviles. Todo el mundo tiene móvil y los políticos, como no, igualmente. Y es curioso, ve usted a un político caminando por nuestra ciudad y siempre va enganchado al móvil. ¿Pero qué tiene el móvil como artilugio para los políticos? Lo utilizan hasta cuando están en su escaño en el Congreso.

León debe pensar despacio el momento que está viviendo. Pensar y actuar en consecuencia. No hay otro camino. Basta de conformarse con la actual situación y vamos a ir todos hacia el mismo objetivo. La historia y el futuro de las gentes de esta ciudad y esta provincia merecen mucho más de lo que tienen.

Y la explicación ya la hemos conocido. Todo depende de nosotros mismos. Más claro, agua.