Reflexionemos acerca de nuestro sistema sanitario

Los ciudadanos españoles debemos dedicar desde ya una parte de nuestro tiempo a reflexionar sobre algo que siempre hemos considerado como nuestro y de lo que no hemos sido conscientes. Son muchas las razones sobre las que debemos reflexionar si bien en mi opinión, y como parte interesada, me inclino a hacerlo sobre nuestro sistema sanitario. Hasta «ahora» hemos tenido la suerte de tener una buena sanidad, universal y gratuita. La cosa se fue complicando con la crisis económica de 2008. Por entonces, cuando un compañero se jubilaba no era sustituido y si llegaba alguno, no lo era en las circunstancias y condiciones del jubilado. Lo era en «otras» condiciones laborales y retributivas. De esta forma fue «menguando» el número de sanitarios. La situación era «salvada» por los propios sanitarios sacando tiempo de donde no lo había para tapar las deficiencias. Luego vino la pandemia, que fue el caldo de cultivo para que la situación se magnificase y el terreno propicio para incrementar la incipiente telemedicina con la inclusión indispensable del teléfono como parte, ya «necesaria» para acceder al sistema sanitario (SS). Se cerraron consultorios locales y la Atención Primaria Rural cada día era más precaria. La Medicina Rural en nuestro medio suele estar alejada de los Centros de Salud. De este modo y siempre con la complicidad de unos políticos ineptos como lo eran en nuestra CC AA la señora consejera y el vicepresidente de la Junta, pues la Sanidad Pública comenzó a fallar, a degradarse hasta llegar a la situación actual de difícil solución.

Hoy estamos con un importante déficit de sanitarios, situación a la que nos hemos visto abocados por la inacción de nuestros políticos. Pretenden solucionarlo con un parche haciendo peonadas, de tarde o de mañana, para los que ya han currado durante el día sus ocho horas, con un personal cansado, harto, con listas de espera interminables y con una paga extra ridícula. El caso es que carecemos de sanitarios porque se han jubilado, porque se han marchado ante la falta de condiciones adecuadas o porque se han ido al extranjero donde al menos allí, el sueldo es diferencial.

Lo fácil es decir, como la ministra, que las facultades habiliten mas plazas de MIR para «ir» ajustando el sistema. Para hacer esta afirmación, señora ministra, debe dar a conocer a la población que para que un médico llegue a ejercer como tal, precisa de al menos seis años de facultad y luego otros 3-4 o más para la formación específica en cada especialidad y entre ellas la Atención Primaria. Solución no factible. ¿Qué debemos hacer? A mí se me ocurre una solución simple, «atraer a los que se han ido» a la privada o al extranjero con mejores condiciones laborales y retributivas, para lo que se precisa «pasta» que, sin duda, habrá que sacarla de donde la haya.

Tenemos unos políticos, como Mañueco, que afirman «que si sube los impuestos a las empresas están se van y que si paga menos a los trabajadores estos también se van» y lo dice como el que descubrió la pólvora, que simpleza la suya. Otro político de talla es nuestro consejero de Sanidad, este dice que procede descartar los conciertos en Atención Primaria, pero añade, que «en estos momentos». Es una declaración clara de que en su estado de animo esta cargarse la sanidad pública y entregársela a la privada. Otro más, Carriedo declara que no se contempla la vía de los «conciertos» aunque no se excluye, si no «mejora» la calidad del sistema.

Lo cierto es que los sanitarios están siendo castigados con la precarización de sus condiciones laborales y empujados a marcharse. Perdemos sanitarios y el sistema se mantiene a costa del esfuerzo de los que van quedando, situación «adecuada» para que el usuario vea que su sistema pierde cercanía y calidad.

¿Qué ocurre en la actualidad? Pues que derivado de esa falta de previsión nos faltan profesionales y debemos cuidar a «los que tenemos». Y entre tanto y desde ya, planificar y acometer una reforma para que nuestro sistema no se venga abajo. Es necesario «mimarlos», son los que nos pueden sacar de esta situación, debemos hacerles cómodo el trabajo, evitarles cargas burocráticas, aumentar su tiempo en atención directa y evitar que se vayan o salgan del sistema por jubilación o prejubilación con modelos de trabajo que le estimulen a seguir y sobre todo y aunque sea «muy material» aumentando su salario y condicionantes laborales y familiares.

Todos los sindicatos alertan del inminente colapso de la Atención Primaria y es aquí donde el Ministerio de Sanidad debe dar la talla, reunirse con los sindicatos el tiempo que sea necesario para llegar a una solución que no pase por exprimir a los sanitarios con los que contamos y si hay que exprimirlos (si cabe más) pues que lo sea con incentivos laborales, sociales, económicos, familiares… Me da que esta solución no se llevara a cabo. Entonces deberán buscar una alternativa que no pase por lo que tienen en mente: «privatización» con lo que tendremos que contratar un seguro privado al que solo tendrán acceso los que tengan dinero. Los demás a esperar y a saber cómo…

La privatización, está en el ADN del PP. Se trata de crear con dinero público hospitales tipo Zendal: 1.000 camas y 91 pacientes tras una inversión de 170 millones de euros. Dos de los tres pabellones de este hospital, son ahora una sala de almacenamiento y un desolador espacio sin vida sanitaria. ¿Lo quieren así? Pues parece que sí. ¿Cuál será el sistema sanitario si gana la derecha española? Pues unos datos en tres apuntes: Telemedicina Digital (TD) lo que significa menos presencialidad. La TD no existe a pesar de que nos la quieran imponer, al paciente hay que verlo y precisa cercanía. Este ya, poco a poco va observando como su asistencia es de menor calidad y su médico… ya no sabe si lo tiene, quien es y cuando puede verlo… También se nos habla de una sanidad en Atención Primaria pura de enfermería. Esto no es posible. Nada contra los enfermeros y no dudo de su capacidad pero actualmente y tal y como funciona la sanidad en nuestro país no es posible. Y para finalizar una sanidad «líquida» lo que supone la liquidación de la medicina cercana, al sistema anglo-sajón, una medicina en la que desaparece la asignación de médico, será asignado en su momento y quien «te toque», este no sabrá nada de ti personalmente, lo sabrá a través de un ordenador o similar. Privatización pura y dura. ¡Qué cambio!

Les voy a dar algunos datos: hay un récord de altos cargos y asesores y que a mi pesar debo decir que con la llegada de Sánchez al Gobierno se ha disparado en un ¡45%!, con un coste aproximado de más de 140 millones. Solo el Ministerio de Presidencia en el último años tiene 33 altos cargos más y 520 asesores más. Hay o no hay de donde sacar dinero. Solo es, hacer limpieza de asesores de cada secretaria, de cada ministerio, puestos que a veces se han obtenido desdoblando cargos. En términos globales en el último año puede haber más de 3.000 nuevos asesores. Rebajar los presupuestos sobre todo de Defensa que es insaciable. Y que el señor presidente del Gobierno se exhiba menos fuera y un poco más en casa. Hay dinero más que suficiente para «curar» la Seguridad Social. Quiero recordar que hay más de 10.000 sanitarios españoles en el extranjero, lo que podría solucionar temporalmente la escasez. Como pagarles adecuadamente? Queda dicho. Tenemos o no tenemos en que reflexionar con tiempo suficiente para evitar que la privada se convierta en nuestra medicina?