Sánchez: «En España las leyes se cumplen». ¿Cómo?

Además de mentiroso, se está convirtiendo en la mayor fábrica, más que de titulares, de eslóganes. ¡Qué desfachatez tiene el personaje! Nada se le pone por delante. Él no va, pero lo que él dice, va a misa. Faltaría más.

Este nuevo eslogan, claro que iba dirigido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, ante las declaraciones de ésta diciendo que Madrid no se apaga, ni sus escaparates tampoco. La verdad es que Ayuso no suele declarar con frecuencia pero, cuando se decide, tira con flechas envenenadas. O sea, pone banderillas negras. De momento, Murcia y el País Vasco se unen a la protesta de la presidenta Ayuso, y Andalucía quiere un consenso para ver que pasa. La protesta general de los que se atreven, al final, todos lo harán, es que no se puede gobernar a golpe de decreto ley. No vale lo de aquí te pillo, aquí te mato. Será un decreto ley pero su contenido está pensado con los pies.

En cualquier caso, este hombre tiene muy poco sentido de los tempos políticos. Cuando el ciudadano más está sufriendo la enorme crisis económica que se está viviendo y cuando los cinturones se están quedando sin agujeros de tanto apretar, va este señor y, se quita la corbata, qué cutre, se monta en el helicóptero para hacer 25 kilómetros, y embarca en el falcon para viajar fuera de España que es donde le gusta hacer declaraciones contra España. En esas estamos.

Han sido muchas ya, como es lógico, las declaraciones tanto de políticos de la oposición como de ciudadanos de a pie que expresan mucho, muchísimo malestar por no aplicar el Presidente mentiroso, recomendaciones a su propio gobierno, p.e., disminuyendo el montón de ministerios absolutamente inútiles para el bienestar del ciudadano y ridículos para sentarse en un mesa del Consejo que se les está quedando pequeña a todas luces.

Y últimamente, y siguiendo con su manía de fabricar eslóganes, se descuelga diciendo a la presidenta Ayuso que, «en España las leyes se cumplen». Se referirá, también a Cataluña donde una ley dice que los alumnos de los colegios tienen que dar el 25% de sus contenidos en español. Eso es lo que dice la ley. ¿Hacemos cumplir esa ley, presidente? O mejor lo dejamos para otro día que hoy me duele la cabeza?

Vamos a ver, presidente, usted sería incapaz de contar la cantidad de veces que su partido, liderado por usted mismo y su gobierno, liderado por usted mismo, ha dejado de cumplir leyes, sencillamente por que no les ha interesado. Y usted, ¿se atreve a decirle a la cara, bueno a la cara no se atreve, a la presidenta Ayuso que aquí, en España, las leyes se cumplen? Tenía razón Núñez Feijóo; a insultos usted siempre le gana y a mentiras, también le gana a la presidenta Ayuso. Esos son sus poderes. ¿Qué gracia, verdad? Maldita la gracia.

Es tan grande el ridículo que nuestro Gobierno está haciendo a nivel internacional que se nos enrojece el rostro. A usted no, claro. En Europa también se ríen de su forma de «cumplir» las leyes. ¿Qué le dice usted al embajador ucraniano cuando éste protesta, con toda la razón de que España no está enviando material de guerra suficiente para ayudar a las tropas ucranianas? ¿Se lo toma usted como una ley que hay que cumplir o se trata de un comentario que hizo usted al presidente ucraniano y después si te he visto no me acuerdo?

Es tremendo el ridículo que hacemos fuera y lo poco que nos enteramos dentro. Y todo eso con su conocimiento, señor Sánchez.

Como usted con cada eslogan que lanza, se origina un debate, pues ahora el ciudadano estará pensando lo que es y lo que no es una ley y naturalmente hay que cumplirla porque lo dice el presidente mentiroso.

¿Es usted consciente de la poquísima credibilidad que tiene ante la ciudadanía en general, naturalmente excluyendo a los paniaguados y moscones que siempre tiene a su alrededor, incluidos los miembros de su Gobierno «multitudinario» y que están siempre dispuestos a decir «Sí Joana»?

Se le está terminando la gasolina y usted quiere, cueste lo que cueste, terminar esta legislatura. No hay más surtidores y los que hay, son carísimos gracias a su toma de decisiones.

Desengáñese, presidente, este partido no tiene prorrogas. La Economía, así con mayúscula, le sacará a usted de la Moncloa, más pronto que tarde.

Y, naturalmente, detrás de todo estarán las urnas. Esas no perdonan.