Diario de León

El socialismo es malo para León

Publicado por
David Fernández, secretario provincial del PP y procurador
León

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Esta semana se cumplen cuatro años de la llegada de Pedro Sánchez y de los socialistas al Gobierno de España. Una efeméride que, desde luego, bien podrán celebrar los Otegui, Rufián o Junqueras —apuesto a que lo hacen— por los pingües beneficios económicos y privilegios políticos obtenidos pero que, por el contrario, los leoneses ya podemos incluir en nuestra lista de fechas aciagas para nuestra tierra.

Por aquel entonces no lo sabíamos, pero aquel uno de junio supondría la paralización de las principales inversiones del Gobierno de España en la provincia de León, al menos y por ahora, durante los cuatro años siguientes.

Así, a vuelapluma, me vienen a la mente infraestructuras y proyectos como la Ciudad del Mayor, el Emperador, la segunda fase de San Marcos, la autovía a Valladolid, la ronda norte, el palacio de Congresos, la llegada de Feve al centro de la ciudad o la segunda fase de la integración del AVE, solo en lo que respecta a la ciudad de León, y a los que podríamos sumar otros en la provincia como Torneros, las infraestructuras ligadas al Corredor Atlántico o la autovía Ponferrada-Orense. Pues bien, ni uno solo en marcha. Todos ellos paralizados, metidos en un cajón o calzando alguna mesa ministerial con cojera.

Algunos socialistas han justificado esta marginación del PSOE hacia la provincia en la crisis, pero la realidad es que el último presupuesto aprobado por el Gobierno de España es el de mayor volumen de gasto gracias, fundamentalmente, al dinero llegado de la Unión Europea.

La cuestión, por tanto, no es que no haya dinero, sino que se destina a otros sitios, principalmente a Cataluña y a comunidades autónomas gobernadas por el Partido Socialista.

La triste realidad es que unos presupuestos con gran capacidad inversora y de gasto se están destinando a agasajar a los socios Frankestein de Sánchez y a apuntalar los objetivos electorales del PSOE, entre los que, por lo visto, León no tiene la menor importancia.

Esta situación es aún más sangrante cuando las principales instituciones leonesas llevan siendo gobernadas por el PSOE durante los últimos tres años. Tres años en los que los dirigentes socialistas de la provincia han intentado tapar —eso sí, cada uno a su estilo— la ausencia de presupuesto para los principales proyectos de la ciudad y la provincia.

Mientras el presidente de la Diputación y el Secretario Provincial del PSOE de León han venido optando por tratar de provincializar inversiones que corresponden a todo el país, cual prestidigitadores, o de hacernos comulgar con ruedas de molino con promesas de futuro para unas obras para las que el Gobierno de España socialista nunca ha consignado presupuesto, la diputada Andrea Fernández directamente ‘pasa’ de estas cuestiones y solo se preocupa de difundir a golpe de tuit unos alegatos que, pretendiendo ser feministas, adolecen más bien de excentricidad.

Mención aparte merece el comportamiento del alcalde de León, quien ha buscado hacer de su debilidad virtud tratando de aprovechar su mala relación con todo el mundo para construirse su personaje de ‘alcalde coraje’. Una estrategia que, más allá del rédito político que a él le pueda reportar —o no…—, supone un claro perjuicio para los intereses de León. Una ciudad en la que los principales proyectos de futuro dependen de otros gobiernos no puede permitirse tener un alcalde que tiene —y hasta en ocasiones pareciera que intencionadamente— mala relación con todos.

Mientras asistimos a este vacío inversor de los socialistas para con León, el gobierno autonómico liderado por el Partido Popular en la persona del presidente Mañueco sí invierte en León, sí cree en León y sí apuesta por León.

Todos los leoneses podemos ver la construcción del nuevo conservatorio de música o del nuevo centro de salud de El Ejido, la remodelación de la estación de autobuses, la ampliación del Parque Tecnológico o la del Polígono Industrial de Villadangos, entre otros proyectos a lo largo y ancho de la provincia. Inversiones todas ellas muy relevantes para nuestro futuro y que están siendo ejecutadas —o lo estarán próximamente— porque para el Partido Popular León sí es una prioridad.

Por eso es muy importante que los leoneses no caigamos en la trampa del ‘todos son iguales’. No, no todos son iguales y, no, no todos los gobiernos o partidos tratan igual a León.

Caer en esa observación superficial del ‘todos son iguales’ no solo es injusto sino que juega en contra de los propios intereses de la provincia. Siempre es más sencillo quedarnos en el análisis simplista y eso es precisamente lo que quieren quienes afirman tal cosa, pero debemos evitarlo.

No se queden ahí. Profundicen, reflexionen, vean a su alrededor y valoren quien apuesta por León quién no.

El escritor inglés Arthur Conan Doyle, creador del célebre Sherlock Holmes, escribió para su personaje: “Nunca confíes en las impresiones generales, concéntrate en los detalles”.

Y tiene razón, aunque, en este caso, tanto la impresión general como los detalles nos dicen lo mismo: el socialismo, todo el socialismo, es malo para León.

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