Un alcalde acostumbrado al fuego de la controversia

El alcalde de Barjas, el socialista Alfredo de Arriba, está acostumbrado a moverse entre el calor de las polémicas. Su municipio se quema una media de siete veces al año. En realidad, de siete cada verano. Pero él nunca ve más allá de la ineficacia institucional. Sobre todo de la Junta de Castilla y León. Sin embargo, De Arriba fue consejero de Medio Ambiente del Consejo del Bierzo durante la presidencia de Jesús Esteban. Su gestión fue muy cuestionada al ser denunciado por la adjudicación de repoblaciones y labores forestales a la empresa de unos familiares cercanos. Pero la Fiscalía archivó el caso O Couto.

Alfredo, connivente. Ahora no ha dudado tampoco en echar una mano a su pedáneo de Mosteirós, acusado de ser el causante confeso del fuego que declaró el domingo 8 en el pueblo. Incluso ha llegado a insinuar públicamente que el presunto autor fue obligado a confesar bajo presión. El delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández, estupefacto, dijo ayer que la confianza en las investigaciones de la Guardia Civil es absoluta.