El desastre fuerza enviar al paro a 80 de los 478 trabajadores de la plantilla
Nueve mil toneladas de producción y exportaciones a pleno rendimiento, fundamentalmente con Alemania. Aún así, Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Este es el panorama contradictorio al que se enfrentan los 478 trabajadores de la acerera de Santo Tomás de las Ollas. La fábrica empezaba a levantar cabeza y el fuego se la ha bajado de un solo golpe. La plantilla al completo había reiniciado la actividad desde que el pasado mes de mayo se suspendiera la regulación temporal aprobada en febrero del 2009 ante la caída de los pedidos. Habrá que retomar el expediente cuya concesión está vigente hasta el 31 de diciembre e incluso ampliarlo. En su momento, los trabajadores afectados fueron 370, es decir, más del 75% de la plantilla, ahora las previsiones apuntan a que serán los 80 de la sección de laminado los que sufran las consecuencias, aunque la dirección no descarta sumar a lista de la regulación temporal a los empleados de otras áreas. Por el momento, prefieren no hablar de números.
«Nadie pensaba volver a poner en marcha el ERE, pero tenemos que hacerlo por fuerza mayor. Es un duro golpe para los trabajadores, pero más para la fábrica, porque sin ella no hay empleo», lamentó el gerente, Manuel Ángel Fernández Arias. En la misma línea se manifestó el presidente del comité de empresa por CC.OO, Manuel García, el mismo que hace días participó en una rueda de prensa celebrando los buenos resultados obtenidos en los últimos meses por la factoría berciana. «Tenemos que aplicar el ERE que hay en vigor y ver si es necesario aumentarlo, no queda otro remedio, hay que aceptarlo, ahora que empezábamos a levantar cabeza», afirmó el sindicalista.
De lo positivo a lo negativo. Hace tan sólo cinco días que los responsables locales y nacionales del área de Metalurgia de Comisiones Obreras anunciaron el fin de la crisis en Aceros Roldán y el repunte de la producción. Aclararon incluso que la factoría de Santo Tomás de las Ollas es de las pocas del sector, por no decir la única de España, que goza de buena salud económica y alcanza unos límites productivos muy por encima del símbolo negativo. De hecho, la producción pasó de las 5.000 toneladas antes de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo, hasta las 9.000 toneladas recientes. Cifras que se dieron a conocer con motivo de la reunión de los delegados intercentros de todas las fábricas que el grupo Acerinox tiene territorio nacional.
Los responsables sindicales achacaron el repunte en positivo a «un ajuste laboral responsable» y a la inversiones que la empresa realizó en momentos complicados. Siempre han confiado en la intención de la patronal y ahora, ante esta nueva crisis, continúan haciéndolo.
Roldán, una de las pocas empresas importantes que se mantenía en pie en la comarca berciana después de haber superado un bache importante, se suma de nuevo a la crisis financiera que acecha al Bierzo, a la sangrante situación del sector de la minería, a las restricciones laborales anunciadas por el Grupo Martínez Núñez, a las listas infinitas de parados, que aquí están muy por encima de la media nacional. En definitiva, mala suerte para la única de las grandes compañías comarcales que consiguió sortear la crisis y que ahora se enfrenta a un futuro, a todas luces, incierto.
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