La iglesia de Lombillo acoge hoy el funeral por Valentín García Yebra

Se encontró la cerradura de la puerta rota, los cajones de los muebles entreabiertos y revueltos, y ni rastro de los cuatro mil euros que había dejado en un joyero después de haber cobrado, ése mismo día, un cheque de una empresa para la que había realizado unos trabajos. Así lo asegura el empresario del sector forestal D. A.P. en la denuncia que ha presentado en el cuartel de la Guardia Civil de Bembibre después de sufrir un allanamiento de morada el pasado lunes.

Los hechos ocurrieron, según el denunciante, poco después de las dos y media de la tarde, minutos después de que el empresario autónomo y su familia dejaran el piso en el que residen en la calle Vatemar de Bembibre para ir a comer a casa de su suegro. El denunciante asegura que su propia hermana, que reside en el mismo inmueble, y un vecino, escucharon el golpe con el que el autor o autores del allanamiento forzaron la cerradura y se encontraron con la puerta rota y al menos a un hombre huyendo escaleras abajo y a otro subiendo hacia el piso superior.

La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, que ha inspeccionado la vivienda, está comprobando si el robo denunciado tiene alguna relación con las supuestas amenazas de muerte que el empresario también asegura haber sufrido por parte de ex empleados a los que tuvo que despedir por falta de trabajo y que le habrían manifestado su descontento con la indemnización recibida.

D.A.P, afirma que se siente acosado por sus antiguos trabajadores. Ayer no había trascendido que la Guardia Civil haya efectuado alguna detención en relación con el caso. El denunciante ha dejado la vivienda de alquiler allanada donde residía para trasladarse a casa de un familiar y también ha dejado sin actividad su empresa de trabajos forestales.