El sol potabilizará el agua en 21 núcleos rurales de la comarca sin acceso a la red

La iniciativa de la Fundación Ciudad de la Energía en el campo del aprovechamiento de los recursos fósiles no es la única que la Ciuden desarrolla en el Bierzo. Las energías renovables favorecerán, de la mano de la fundación, la potabilización del agua en más de una veintena de núcleos rurales de la comarca. El sol permitirá poner en funcionamiento veintiún potabilizadoras en localidades bercianas con difícil acceso a la red eléctrica y escasos recursos. La Fundación Ciudad de la Energía anunció ayer una inversión global de 127.282 euros en la creación de una red de pequeños centros de cloración del agua que se automatizarán a través de energía solar.

Aunque en estos momentos ya están en marcha once, según fuentes de la Ciuden, en el plazo de un mes funcionarán ya otra decena en pueblos como San Julián (Vega de Valcarce), en Sobrado, Cabeza de Campo y Santo Tirso (Sobrado), Castroquilame (Puente de Domingo Florez); Paradela de Arriba y Paradela de Abajo (Toral de los Vados), San Martín de Moreda, San Pedro de Olleros y Burbia, en el municipio de Vega de Espinareda.

En este último paquete la inversión será de 58.700 euros, cantidad por la que ya se han contratado las mencionadas potabilizadoras solares a la empresa Contrelec. En las otras once instalaciones en funcionamiento, que permiten la cloración del agua para consumo humano sin necesidad de personal, ya se han desembolsado 68.582 euros.

Sin personal. «La instalación de potabilizadoras solares busca resolver un problema que afecta a diversas localidades cuyos depósitos de agua se encuentran en entornos aislados y el acceso a la red eléctrica es dificil, por lo que hay localidades de escasa población en donde no existe desinfección ni tratamiento en el suministro de agua para consumo humano», explicaron ayer fuentes de la Ciuden.

Otras de las instalaciones que se renuevan a través de este programa son las que utilizan dosificadores por erosión de tabletas de hipoclorito de calcio, que disuelven gradualmente las tabletas a una tasa predeterminada mientras fluye una corriente de agua alrededor de ellas. Estos dosificadores son sencillos pero no muy precisos, porque la tableta se erosiona mas o menos dependiendo de la velocidad o del caudal de agua que se haga pasar y requieren una importante atención y mantenimiento por parte de personal cualificado.

Estos problemas se acaban con el plan de la Fundación Ciudad de la Energía de implantación de sistemas de energía solar fotovoltaica, que poseen una capacidad de almacenamiento de energía de una semana. Las nuevas estaciones inyectan cloro de forma proporcional a la entrada de agua en el depósito para que se encuentre en un valor óptimo para el ser humano.

De esta manera, por otro lado, se consigue que los ayuntamientos con menos recursos para la dotación de personal cumplan la legislación vigente en materia de desinfección de las aguas para consumo humano. «Se proporcionan beneficios significativos para la salud de la población, la calidad del agua y se reduce el uso de cloro y el consumo energético del municipio, al no requerir fuentes de energía auxiliares y ser una instalación completamente autónoma», destacaron ayer responsables de la Ciuden. Las once potabilizadoras solares que ya están en marcha están ubicadas en San Vicente de Arganza (Arganza), en Noceda, Cabanillas de San Justo y San Justo de Cabanillas (Noceda) en Priaranza, en Vega de Valcarce y La Braña, y dentro del municipio de Toreno en Villar de las Traviesas, Valdelaloba y Santa Marina del Sil.