El vino del Bierzo, gota a gota

Del cultivo de la vid al folclore, las tradiciones y las construcciones necesarias para elaborar el vino. Estos son los ejes centrales de libro La cultura del vino en el Bierzo , que han escrito Joaquín Alonso, Eloy Egorri y José Antonio Balboa. Un ejemplar que hace un repaso gota a gota de sudor, gota a gota de caldo, paso a paso y siglo a siglo de lo que ha significado e influido la elaboración de los caldos del Bierzo en la comarca.

Los tres autores presentaron ayer el volumen en Ponferrada y destacaron que el libro, que es «una imagen completa de la cultura del vino», nació como consecuencia de un concurso convocado por la Junta de Castilla y León para el que se unieron el historiador, el arquitecto y el etnógrafo que buscaba inventariar las bodegas y los lagares de la comarca. Su trabajo resultó ganador y la Fundación Monteleón les ofreció la posibilidad de ampliar la investigación y convertirla en un libro.

Así, historia, arquitectura y etnografía son los tres ejes en los que se estructura el libro. El historiador José Antonio Balboa recordó durante la presentación que el vino llegó al Bierzo «en la antigüedad, probablemente con los romanos aunque los primeros datos feacientes están en la época visigótica», explicó el berciano que añadió que después llegó la Edad Media, cuando se extendió a través de los monjes; en la época moderna llegaron los comerciantes y después las grandes plagas como la filoxera y el mildiu. Hubo que esperar a la década de los sesenta para comenzar la recuperación del sector con la creación de las cooperativas que después dieron paso a la llegada de la Denominación de Origen Bierzo y la consolidación de los caldos.

Los lagares son la pieza arquitectónica más singular en la comarca berciana y en cuanto a la tradición del vino el historiador y etnógrafo Joaquín Alonso destaca que el libro publicado «contribuirá a que se mantenga la historia, la arquitectura y la memoria». Alonso apuntó que actualmente la tradición vinícola «se encuentra en el extremo de un hilo que une el pasado con el presente», porque en la situación actual se están dando determinados cambios que hacen que se pierda la tradición del cultivo agrario de la vid y su elaboración. A pesar de que ya han caído en el olvido algunos refranes y algunas costumbres, «aún se puede seguir la secuencia porque el cultivo sigue y está muy presente», explicó el etnógrafo que añadió que La cultura del vino en el Bierzo puede ser la base para futuros trabajos relacionados con el sector.