Basurco enseña el esqueleto

El atleta Miguel Basurco enseñó ayer el esqueleto durante 12 kilómetros. Después, y ayudado por su hija Flavia, de siete años, lo enterró en una ladera donde crecerán los castaños, los alcornoques y los tejos. A Basurco le han dado un motivo para correr. Y lo está haciendo. La de ayer era la octava carrera en los últimos días —siete maratones completos con llegada en la cementera de Toral y un recorrido más suave entre la cementera y el Bosque Didáctico de Los Barredos— para pedir a las administraciones que impidan a Cosmos quemar neumáticos y otros residuos contaminantes. «Nos va la vida en ello», decía ayer después de subir la última colina de un recorrido que le llevó de la cementera a Sorribas y Cacabelos, antes de seguir por la carretera de Arganza hasta el desvío del sauce llorón que conduce al Bosque de Los Barredos, como siempre, acompañado por otros atletas y ciclistas. Basurco volvió a reclamar a la administración autonómica «que se mueva ya» para evitar la incineración. Igual que José Luis Prada, que no dejó, sin embargo, de recordar que además de los representantes de la Junta de Castilla y León, toda la comarca debería cambiar su forma de ver el medio ambiente y el mundo rural, donde aumentan los terrenos sin sembrar —poulos— y la agricultura está en retroceso. «Qué cada uno ponga de su parte. Hay que mojarse», arengó a los presentes, micrófono en mano, de nuevo exhibiendo la oratoria encendida que le ha llevado a ser portavoz de la plataforma Salvemos el Bierzo, que en las últimas semanas ha tomado el relevo de los ecologistas agrupados en Bierzo Aire Limpio para extender la movilización social contra la incineración. Ayer, Prada llevó la protesta aún más lejos. «Queremos que no haya poulos, que todo esté plantado de árboles, porque son una riqueza espiritual, respirar el aire que tenemos, y no vamos dejar que ninguna empresa venga con un fin pragmático de ganar dinero a costa del medio ambiente. Que vengan industrias que no estropeen el medio ambiente», declaró a los periodistas que subieron hasta la colina, incluido un equipo de un canal nacional de televisión.