Peligro sin secuelas en el río Tremor

El accidente producido en la N-VI a la altura de Torre del Bierzo pudo tener consecuencias mucho mayores de las que ya produjo de manera directa. El vertido de gasoil sobre la carretera pudo haberse extendido sobre las aguas del río Tremor, de donde captan el agua para el consumo tanto Torre del Bierzo como Bembibre. No obstante, la rápida actuación de los bomberos y también el azar hicieron que el peligro inminente no dejara grandes secuelas. Las aguas han sido analizadas y no existe riesgo alguno para la salud de los vecinos. No obstante y como medida de prevención, el Ayuntamiento de Bembibre ordenó paralizar durante unas cuatro horas las bombas de captación del río Boeza, que se junta con el Tremor poco antes de la capital del Bierzo Alto.

Los bomberos avisaron tanto a los alcaldes de Torre y Bembibre como a los técnicos del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Se hicieron varias tomas de agua para analizar la posible existencia de vertido contaminante y el resultado fue negativo, según confirmó el regidor de Bembibre, José Manuel Otero Merayo. «No hay riesgo de vertidos porque los controlaron con las represas», apuntó Otero.

Lo que nunca hubo fue peligro de fuego, ya que el gasoil necesita temperaturas elevadas, de más de 60 grados, para arder.