«No puedo entender que sea viable en León y no lo sea en Ponferrada»
«No puedo entender que sea viable en León y no lo sea aquí», se quejó ayer el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, después de apelar al rector para que aborte el traslado del Instituto del Vino.
A Riesco no le vale la explicación que tanto el director del centro, José Enrique Garzón, como el vicerrector de Investigación, Alberto Villena, ha ofrecido para justificar la concentración de la actividad del centro, que apenas ha arrancado en Ponferrada, en una misma instalación en la capital de la provincia. «Si no llegan los fondos europeos al Instituto, no llegan esté en Ponferrada o en León», afirmó.
El vicerrector de Investigación ya había asegurado el viernes que mantener abierto el centro en León, reagrupando a los investigadores desperdigados en distintas facultades, resultaría menos costoso que hacerlo en Ponferrada, donde a pesar de contar con un edificio, los gastos de mantenimiento, calefacción y personal, junto a la falta de equipos, harían necesario un presupuesto anual que la ULE no puede afrontar.
La ULE considera el traslado como «un retraso y no una renuncia», mientras otras instituciones no colaboren en el mantenimiento del edificio o el sector vinícola del Bierzo se implique más. Riesco reconoció que la actividad del Centro Tecnológico de la Pizarra, que usa un ala para sus reuniones, podría ser mayor.