Diario de León

Siete intoxicados por monóxido de carbono de un brasero en El Escaril

Cenaban juntos y fueron ingresados unas horas en el Hospital de Santander.

La intoxicación se produjo en la bodega situada en el bajo de una vivienda en El Escaril.

La intoxicación se produjo en la bodega situada en el bajo de una vivienda en El Escaril.

Ponferrada

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Elio Díez no cenó el viernes con su mujer y sus amigos. Le dolían los riñones. Pero sobre las diez de la noche, finalmente se animó a recorrer caminando la distancia que separa su domicilio en la carretera de Salas de los Barrios, en El Escaril ponferradino, de la bodega donde se habían reunido siete personas para celebrar una merienda cena. Cuando llegó a la altura de la casa, sin embargo, se encontró con una escena dramática, según contó ayer a este periódico; algunos comensales se encontraban en la calle, con síntomas de estar sufriendo una intoxicación por monóxido de carbono y él mismo ayudó a sacar al exterior a las personas que todavía quedaban en la bodega.

Los siete —las mujeres R.C.G, de 67 años, S.R.P, de 77, M.I.A.G, de 76 y M.T.G.R, de 56, y los hombres E.V.B, de 77 años, V.G.A, de 59 y M.G.G, de 79— fueron trasladados por una ambulancia de soporte vital básico y una UVI móvil al Hospital del Bierzo, desde donde fueron derivados al Hospital Marqués de Valdecilla de Santander para recibir tratamiento con oxígeno.

Aunque el hospital cántabro no facilitó ayer información sobre los ingresos ni el estado de los pacientes, fuentes familiares señalaron que los siete intoxicados se encontraban bien y estaban regresando a Ponferrada después de recibir el alta médica.

El origen de la intoxicación, según comprobaron los bomberos de Ponferrada que acudieron a ventilar la casa junto a agentes de la Policía Municipal, estuvo en la mala combustión de un brasero.

Las cuatro mujeres se encontraban en peor estado que los hombres cuando llegaron al lugar del accidente, poco después de que recibieran el aviso sobre las diez y cuarto de la noche. Los bomberos sacaron el brasero al exterior y comprobaron que los niveles de monóxido de carbono en la bodega estaban hasta cinco veces por encima de lo normal. «Afortunadamente se dieron cuenta de lo que pasaba, porque se hubieran podido quedar dormidos», relató uno de los bomberos.

Protección Civil recomendó ayer precaución a la hora de usar calefactores, protegersecon pañuelos en la boca y mantener una buena ventilación.

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