Roban la caldera central de biomasa del cámping de Lillo que pesa una tonelada

La brigada de policía judicial de la Guardia Civil investiga desde ayer jueves las circunstancias que rodean el robo, presumiblemente a lo largo de la madrugada del miércoles, de una caldera de biomasa que el Ayuntamiento de Fabero había instalado en el cámping de Lillo del Bierzo. Los hechos fueron descubiertos a primera hora de la mañana y el propio Ayuntamiento, según confirmó el alcalde, el popular José Ramón Cerezales, presentó una denuncia ante el instituto armado para intentar esclarecer la autoría de la acción.

La caldera sustraída de una nave multiusos del campamento se alimentaba de pellets y servía para climatizar diversos espacios de ocio cubierto, que complementan las instalaciones de la acampada. El robo, según todas las hipótesis, tuvo que ser perpetrado por varias personas. La caldera pesa como mínimo unos mil kilos, por lo que para su traslado debió emplearse un camión u otro vehículo pesado. El sistema de biomasa había sido instalado en el cámping de la localidad de Lillo en septiembre del año 2010. La inversión que realizó entonces la administración municipal rondó los 7.000 euros.

El regidor faberense, al ser consultado por este periódico sobre los hechos, lamentó las pérdidas materiales. Pero Cerezales expresó más allá aún su preocupación por la última sucesión de actos delictivos contra la propiedad. El mismo miércoles que se presume que se produjo el asalto a la acampada aparecieron rotas las puertas de una caseta desde la que se regula el abastecimiento de la traída de agua a Fabero. El regidor sospecha que pudo tratarse de algún conato de sabotaje del suministro, puesto que el equipo que se guarda en su interior no es muy valioso.