Los conductores de la LE-713 ven doble

En los últimos meses, la señalización vertical de la carretera LE-713 entre Fuentesnuevas (Ponferrada) y Villafranca del Bierzo se ha convertido en objeto de confusión y burla para muchos conductores, especialmente en su recorrido desde Camponaraya. Y es que en este tramo de la antigua carretera Madrid-La Coruña, las señales se contabilizaban a pares, de tal forma que en lugar de una sola señal de stop, una de ceda el paso o, incluso, la denominación de algunos pueblos, había dos en menos de un metro cuadrado. No obstante, la duplicidad ha dejado de ser un problema en los últimos días, ya que la Junta de Castilla y León ha iniciado la retirada de la señalización antigua y sólo queda el rastro del que fue, durante un tiempo, el tramo de carretera con más señales en las inmediaciones de Pieros.

Las señales verticales, al igual que las horizontales y las barreras de seguridad de nueva adquisición comenzaron a instalarse una vez concluyeron las obras de renovación y refuerzo del firme que la Administración autonómica realizó en dicho vial, con una inversión global de 920.810 euros. Se colocaron pero no se quitaron las anteriores, aparentemente en perfectas condiciones.

Fue esto lo que motivó que no pocas voces criticaran el «despilfarro» de fondos públicos. Algo que ayer desmintió tajantemente el jefe del Servicio Territorial de Fomento en León, Ignacio Santos. «Algunas se han retirado porque ya no cumplían con la normativa vigente y otras porque no alcanzaban el nivel de reflectancia suficiente y lo fundamental en el estado de conservación de la seguridad es que sean reflectantes», explicó. Por lo tanto, aunque a plena luz del día parezca que su estado es óptimo, por la noche no se ven como debieran.

Además, Ignacio Santos adelantó que las señales que se están retirando están siendo llevadas al parque móvil de Villafranca del Bierzo y una vez allí, «cuando tengamos un lote suficiente, las sacaremos a subasta como chatarra», explicó. Dentro del presupuestos global de mejora de la LE-713, fueron 106.000 euros los que destinaron a señalización, barreras y protección de motoristas.

Lo cierto es que retrocediendo tan sólo una semana atrás en el tiempo la imagen era curiosa y realmente sorprendente. Los conductores de la carretera Camponaraya-Villfranca veían doble, pero no efecto del alcohol, sino por un cambio anormal de las señales. Los encargados de renovar la señalización, colocaron las nuevas sin levantar las viejas, desatando una oleada de comentarios que ahora encuentra explicación.

Las obras de mejora y reforzamiento del firme de la LE-713 se adjudicaron a finales del año pasado y los trabajos se iniciaron en el segundo trimestre del presente ejercicio. «Que las señales hayan estado juntas responde a cuestiones de tiempo y a que, dicho sea de paso, la obra todavía no está rematada al cien por cien», detallaron fuentes de la Administración autonómica.