El juez rechaza incluir un perfil psicológico del celador imputado por el incendio de Ancares
El titular del juzgado número 8 de Ponferrada ha rechazado la petición de la defensa del celador imputado por el incendio que en 2011 arrasó más de 300 hectáreas en Los Ancares de incorporar al proceso un perfil psicológico que permita determinar si responde a las características de un pirómano.
La defensa del celador de la Reserva de Caza Los Ancares ha hecho la solicitud durante la celebración en el palacio de justicia de la localidad de la vista preliminar tras la que el magistrado debe decidir, en el plazo máximo de tres días hábiles, la apertura del juicio oral o el archivo del caso, han explicado a Efe fuentes judiciales.
El juez ha denegado la petición de la defensa al entender que no se ha realizado en el momento procesal adecuado, sin perjuicio de que el informe pueda incluirse en el expediente si el celador se enfrenta finalmente a un jurado popular en la Audiencia Provincial de León.
Las acusaciones han solicitado, por su parte, la apertura del juicio oral ante el tribunal del jurado y han mantenido sus peticiones de cárcel, mientras la defensa ha requerido el sobreseimiento del caso.
La Fiscalía, las acusaciones populares de la Fundación Oso Pardo y Ecologistas en Acción así como la acusación particular que representa la Junta de Castilla y León pidieron en sus calificaciones previas entre cinco y dieciocho años de prisión para el acusado además del pago de una indemnización próxima a los 300.000 euros.
El abogado de Ecologistas en Acción, Simón López Quero, que representa los intereses de otros cuatro grupos conservacionistas, ha considerado en declaraciones a los periodistas que la prueba psicológica "es irrelevante" para el caso.
El supuesto autor, A.G.G, que ha estado presente en la vista aunque no ha intervenido en ningún momento, desempeña sus funciones en la sede de la Junta de Ponferrada, donde fue trasladado después de que la Audiencia Provincial del León le prohibiese acercarse a menos de 500 metros de un monte de utilidad pública.
El incendio, desatado en octubre de 2011, afectó a más de 300 hectáreas de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares leoneses.