Cruz Roja estima «alta» la invasión de ailanto a orillas del Sil en Ponferrada
. . La proliferación del árbol acarrearía la eliminación de arbustos circundantes y por tanto la emigración de . fauna.
El voluntariado de Cruz Roja Española realizó durante la mañana de ayer, en la ribera del río Sil a su paso por el Auditorio Municipal de Ponferrada, el estudio y posterior extracción de ailanto, un árbol de origen chino considerado como especie exótica invasora del ecosistema al provocar a su alrededor la eliminación de todo tipo de vegetación.
Dieciséis son los ailantos adultos que el voluntariado ha localizado a orillas del Sil en Ponferrada, en concreto, en un radio aproximado de un kilómetro respecto a la finca en la que intervinieron en el día de ayer. «La invasión es alta ya que es un árbol muy fuerte, puede resistir condiciones ambientales muy duras, se extiende fácilmente y además de forma agresiva al desprender sus semillas», explicó Álvaro Bayón, uno de los biólogos participantes en el proyecto de sensibilización ambiental Moviéndonos por el río .
Cruz Roja calculó que son cerca de 350.000 las semillas de ailanto distribuidas en la ribera del Sil. Las toxinas que éstas dispersan, señaló Bayón, «están acabando de un modo desmesurado con los fresnos, sauces y chopos circundades». El biólogo añadió que una de las causas de la proliferación del ailanto se deben a la plantación del mismo por «su atractivo visual». «Donde estamos interveniendo es en una finca particular cuyo dueño descuidó la emisión de las semillas», aclaró.
El predominio de esta planta, a causa de la sustancia tóxica que albergan, supone la muerte directa de la vegetación autóctona adyacente. Bayón aseguró que las consecuencias se irán viendo en cadena. «Se notará en la fauna, muchos de los animales no tendrán resguardo en los arbustos, por lo que sin refugio se desplazarán a otros lugares». La desaparición de los mismos —precisó el biólogo— generaría «plagas de insectos y de peces».
El programa para la conservación de los espacios fluviales de Cruz Roja también incluyó como puntos de estudio los municipios de Fabero y Villablino, en los que por el contrario, no encontraron la amenaza del ailanto.