Vecinos de Borrenes se manifestarán si no les asignan un cura
Los ánimos en el pueblo de Borrenes —también capitalidad de municipio emplazado junto a Las Médulas— están estos días un tanto crispados porque han dejado de tener sacerdote para los oficios religiosos. Especialmente por las personas mayores, que al preguntarles vienen a decir que «un domingo sin misa es como si no fuera domingo». Quieren que el Obispado de Astorga les asigne un cura, ya que, de lo contrario, hay fieles que estarían dispuestos incluso a manifestarse.
El malestar por la falta de sacerdote lo confirmaba el propio alcalde de Borrenes, el popular Eduardo Prada. Cuenta el mandatario municipal que el pasado 27 de octubre se celebró la última misa en Borrenes. La dio el párroco Buenaventura Casado Blanco, quien con más de ochenta años largos se despedía de la feligresía, a pesar de estar jubilado y de seguir oficiando misas, bautizos o funerales. El cura Buenaventura dejaba Borrenes después de muchos años en el pueblo y decidía irse para la provincia de Zamora.
El pasado Día de Todos los Santos los feligreses de Borrenes comprobaron cómo no podían seguir los oficios por falta de párroco. El propio alcalde se puso en contacto con los responsables del Obispado y el arciprestazgo del Bierzo. Le comentaron que «estaban en ello», pero desde entonces nada saben de si destinarán o no un nuevo cura a Borrenes.
La situación a la que han llegado tiene sus orígenes en el hecho de que el párroco Buenaventura dijo que, por su estado de salud, no podía atender al resto de pueblos del municipio o de la parroquia. Sí se comprometía a atender la feligresía de Borrenes. Y fue así como desde el Obispado de Astorga arreglaron la falta de sacerdote en el resto de pueblos del municipio y no de Borrenes. De esta forma, los vecinos esperan que cuanto antes les den una solución, porque el asunto, especialmente entre la gente mayor, lo consideran muy necesario.