La CHM prepara la última reunión sobre el dique tras la Semana Santa
Marín viajará a Ponferrada antes de confirmar la continuidad del proyecto.
Francisco Marín, con los vecinos de Flores y Toral.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), Francisco Marín, prepara una última reunión en Ponferrada con todas las partes afectadas por el proyecto de encauzamiento del río en Flores del Sil y Toral de Merayo, antes de tomar la decisión definitiva sobre la continuidad del proyecto, presupuestado en 2,8 millones de euros aportados en su mayor parte por la Unión Europea.
Fuentes del organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, adelantaron a este periódico que la decisión final no se podrá demorar más porque el CHMS tiene que haber pagado y certificado las obras ante la Unión Europea antes del 31 de diciembre del 2015 y el procedimiento de contratación, que nunca se ha interrumpido, no se puede retrasar más sin correr el riesgo de peder la subvención, lo que haría inviables las obras. La CHMS insistió en que se trata de un dique de obligada construcción para cumplir con la normativa de seguridad en caso de avenidas de agua.
De llevarse a cabo, las obras del encauzamiento del río vendrían a completar la inversión ya anunciada de 3,7 millones en mejorar la seguridad de la presa de Bárcena.
Francisco Marín ya adelantó días atrás que la CHMS estudia aumentar los fondos destinados a pagar expropiaciones para zanjar el descontento de los propietarios de fincas agrupados en la plataforma Ponfesil, descontenta con el trazado actual.
El riesgo de perder la obra ha generado otro movimiento vecinal a favor del trazado liderado por los vecinos de Toral de Merayo, que temen perder el nuevo puente de acceso a la localidad incluido en el proyecto para sustituir al actual, que tiene que cerrarse al tráfico cada que vez que se produce un desbordamiento del río Sil. Marín tiene previsto reunirse con las dos partes enfrentadas.