Ponfesil cree una provocación adjudicar el dique antes de reunirse

La respuesta de los afectados por la construcción del dique de contención de los márgenes del Sil en el tramo urbano de Ponferrada después de conocer la adjudicación de las obras no se ha hecho esperar. Tanto el portavoz de la plataforma Ponfesil, Carlos Álvarez —contraria al proyecto actual—; como el presidente de la Junta Vecinal de Toral de Merayo, Camilo Merayo —a favor del trazado— vertieron ayer sus consecuentes razonamientos sobre el que parece ser el paso definitivo para la ejecución de los trabajos. Y es que aunque fuentes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil hayan asegurado que la adjudicación de la obra no implica que ésta vaya a hacerse, en Ponfesil no se creen éstas palabras y entienden que lo que está haciendo el organismo de cuenca es jugar al escondite e ir dando pasos, cada vez más grandes, hasta la ejecución del proyecto, mientras que a ellos les venden la moto de una negociación.

«No sabemos ni qué pensar. Cada vez que dicen que quieren hablar y que quieren negociar dan un paso más, parece que para poner más problemas encima de la mesa», afirmó el portavoz de Ponfesil, aguardando todavía la convocatoria anunciada por el presidente de la Confederación, Francisco Marín. «Van dando pasos, cada vez un poco más largos, cada vez acercándose más al proceso de ejecución de la obra y, al mismo tiempo, siguen vendiendo que quieren hablar con nosotros», criticó Carlos Álvarez, reprochando a Marín este comportamiento y asegurando que «yo ya no me fío de nada. Un día se dice una cosa y al día siguiente se hace lo contrario».

Está claro que entre los vecinos que integran Ponfesil la noticia ha caído como un jarro de agua fría en un momento en el que esperaban un acercamiento, después de que Marín anunciase la intención de valorar algunas modificaciones puntuales del trazado o incluso destinar más fondos al pago de las expropiaciones. Algo que, desde luego, ahora podría hacerse teniendo en cuenta que el ahorro en la adjudicación ha sido de más de un millón de euros —se adjudicó por 1,74 millones cuando el presupuesto de licitación rozaba los 2,8—.

Bien diferente ha sonado la noticia en las filas de los vecinos defensores del trazado, encabezados por la junta vecinal de Toral y el propio Ayuntamiento de Ponferrada. El pedáneo de la primera, mostró ayer una enorme satisfacción por el paso dado y coincidió con el portavoz de Ponfesil en la idea de que la adjudicación parece determinar ya la ejecución del dique.

«Es un paso más. Si seguimos dando pasos supongo que cada vez será más difícil volverse atrás, porque todos estos trámites acarrearán unos gastos e incluso alguna indemnización a la adjudicataria si no llega a hacerse la obra», dijo Merayo.