Oenegés cuestionan la necesidad del cenador escolar que planea Ponferrada

Primero fue la consejera de Familia y cinco días más tarde han sido algunas oenegés que realizan su labor social en Ponferrada los que han puesto en entredicho la necesidad de que se materialice el proyecto de cenador escolar que quiere poner en marcha el Ayuntamiento de Ponferrada para completar las necesidades alimenticias de los niños de familias sin recursos.

En concreto, desde el Comedor Social de Ponferrada, Fernando Frá, acompañado ayer en una rueda de prensa ofrecida en la oficina central de La Caixa por Damián Tascón, del Banco de Alimentos del Sil, aseguró secundar los planteamientos de Milagros Marcos, y consideró que con ‘tejido social’ existente en la actualidad en Ponferrada, en el que son pieza fundamental las oenegés, sería suficiente para ofrecer este servicio.

Para ello, Frá recomendó al Ayuntamiento de Ponferrada apostar por las oenegés. «Hay suficientes ONGs para poner eso en marcha», a la vez que recordaba que ya desde el Comedor Social ya se están cubriendo estas necesidades. «Ahora hay tres tipos de usuarios del Comedor Social, los de toda la vida que van a comer allí, a los que les ha sobrevenido la crisis y por último también se están cubriendo las necesidades de estas familias con niños que se acercan con un tupper y llevan la comida para la familia a casa», explicó Frá.

Además también valoró los resultados ofrecidos por el comedor escolar abierto en el mes de agosto en el colegio de Navaliegos. A su juicio ha supuesto un gasto excesivo —en torno a 3.000 euros— en comparación con el dinero que reciben algunas oenegés para realizar su labor a lo largo de todo el año.

A través del Comedor Social se sirve cada día una media de 70 comidas y 70 cenas.

Por su parte desde el Banco de Alimentos del Sil, Damián Tascón recordó que esta oenegé suministra alimentos a la práctica totalidad de organizaciones sociales para que puedan realizar su cometido.