Cuatrovientos se tiñe de verde

El barrio ponferradino de Cuatrovientos pasará página a su pasado más reciente. Tras décadas reivindicando la mejora de sus instalaciones deportivas, que en el mes de mayo comparten protagonismo con el ferial, está a punto de culminar la primera actuación de mejora que se acomete en esta zona en la que a diario practican deporte más de 250 niños y niñas, aficionados al deporte rey.

La tradicional imagen que ofrecía su campo de fútbol principal, de tierra, —en la que los niños y niñas solían acompañar las victorias o derrotas con raspaduras en sus rodillas a la vuelta a casa— están dando paso a un tapiz verde de hierba artificial. Está previsto, tal y como garantizó la empresa adjudicataria de las obras al hacerse con la licitación, que los trabajos puedan estar concluidos a la vuelta de las vacaciones de Navidad, con lo que no se vería interrumpido el desarrollo de la actividad deportiva en estas instalaciones remodeladas.

Los trabajos, adjudicados en 185.000 euros y financiados al cien por cien por la Federación Española de Fútbol, han adecuado el campo de fútbol 11 —convertible en dos campos de fútbol 7 según las necesidades de la competición—a las exigencias actuales. Junto a las mejoras visibles del campo de juego, las obras han incluido la mejora de las infraestructuras de riego, con el cierre del anillo del sistema de riego, la instalación de cañones de agua de largo alcance y programadores para activar el sistema de forma automática.

Lo que no se ha incluido en este proyecto, y que los habituales usuarios y vecinos de Cuatrovientos ya han demandado que se acometa en una segunda fase, es la renovación de la dotación del equipamiento deportivo. Una carencia ya reconocida en el propio informe municipal y que ahora se reclama su sustitución.

Entre las mejoras que se plantea desde el barrio de Cuatrovientos para incluirlas en una segunda fase de obras, se desgranan actuaciones como una capa de aglomerado en caliente que rodee el perímetro de juego sobre el que se está actuando en la actualidad, la renovación de los vestuarios donde se cambian los técnicos y jugadores y la adecuación de una zona tras una de las porterías del campo reformado para la realización de entrenamientos.

En las obras que se encuentran en su recta final se han colocado más de 6.000 metros cuadrados de tapiz verde «de última generación», con una altura del césped artificial de 6 centímetros.

Una de las mejoras presentadas por la empresa adjudicataria para hacerse con las obras —tres empresas del Bierzo habían mostrado interés por hacerse con estos trabajos— fueron las garantías dadas de que las instalaciones estarían disponibles para su utilización en el plazo de un mes.

Un compromiso, que a la vista del estado de los trabajos, parece que se va a cumplir sin que ocasionen demasiados trastornos a los habituales usuarios de estas instalaciones. En su mayoría niños y niñas de entre cinco y diecinueve años de edad.