Diario de León

SUCESOS

Investigan la muerte de un ponferradino que apareció flotando en la costa de Rons

Despareció hace siete días al regresar a Galicia tras pasar la Semana Santa en el Bierzo

Ttraslado a tierra del cadáver del ponferradino

Ttraslado a tierra del cadáver del ponferradino

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J. C. F. | PONFERRADA
Ponferrada

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Todas las líneas de investigación permanecen abiertas para esclarecer las circunstancias que rodean el fallecimiento del ponferradino, Alfredo F. L., de 73 años de edad, y cuyo cadáver fue recuperado este fin de semana de las aguas del océano Atlántico, flotando frente a las costas de Rons (O Grove).

«Es la policía la que debe decir qué es lo que pasó», se limitaban a decir ayer en el entorno familiar de Alfredo F.L. sin explicarse qué es lo que pudo suceder para que este septuagenario hubiera encontrado este trágico final. Interrogantes y dudas que rodean a este fatal desenlace que se acrecientan al haberse localizado el coche y el teléfono móvil del ponferradino a 203 kilómetros de distancia del lugar donde fue localizado el cadáver. «Todo es una incógnita», confirmaba al Faro de Vigo la mujer del matrimonio con la que el ponferradino compartía vivienda en la localidad de Lebruxo, en el municipio de Barralla. Sobre todo cómo pudo recorrer esos 203 kilómetros desde el punto en el que se le perdió la pista hasta el lugar en el que fue hallado su cadáver.

La últimas noticias de Alfredo F. L. son del pasado lunes, después de realizar una llamada al matrimonio con el que residía en esta localidad lucense para que lo fuesen a recoger. En ese momento, el ponferradino estaba a punto de culminar su viaje de regreso a Galicia desde la capital berciana, donde residen su ex mujer y sus dos hijos, y a donde se había desplazado para pasar las fiestas de Semana Santa.

Quince minutos más tarde de recibir la llamada, el matrimonio se personaba en el lugar indicado —a unos diez kilómetros del lugar donde residía— y en el mismo sólo encontraban el coche y el móvil. Ya en la jornada del martes se alertaba de su desaparición, iniciándose una batida por el entorno del lugar donde se le perdió la pista, sin que la búsqueda arrojase luz sobre el paradero de Alfredo F. L. El único testimonio fue el de un vecino que habría visto al ponferradino abandonar el lugar portando una bolsa de viaje.

Desde entonces, el silencio. Un silencio roto este pasado fin de semana, concretamente el viernes, cuando la tripulación del pesquero Novo Monte, con amarre en O Grove, localizaba un cadáver en las inmediaciones del polígono de bateas C en Rons. En la recuperación del cuerpo de Alfredo F. L. intervinieron miembros del grupo de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, que trasladaron los restos mortales al puerto de Meloxo. A media tarde, la juez de guardia decretaba el levantamiento del cadáver.

Fuentes de la investigación, han asegurado a diversos medios de comunicación de Galicia, que «no se descarta ninguna hipótesis», y prefieren «guardar precaución» antes de apuntar en alguna dirección. Pese a ello, tras el primer examen del cadáver se asegura que el mismo no presentaba signos de violencia, «el cuerpo se encontraba en perfecto estado», adelantando que «podría llevar en el agua entre 15 y 20 horas».

Pese a ser ponferradino y a que sus hijos residen en la capital berciana, Alfredo F. L., había decidido fijar su residencia en el municipio de Baralla hace ya más de cuarenta años, concretamente en la parroquia de Lebruxo —una localidad rural de este municipio lucense compuesta por seis viviendas—. Allí había decidido rehacer su vida tras la separación de su mujer, que mantiene su residencia en la capital de la comarca, y con la que, aseguran, mantenía una relación cordial.

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