La recogida de castaña arranca la semana próxima con precios similares a 2014

Con más de diez días de antelación con respecto al inicio de la campaña del año pasado, la recogida de la castaña en el Bierzo comenzará a finales de la próxima semana en la parte más baja de la comarca, en el entorno de Médulas y Sobrado, y se extenderá al resto de la geografía berciana de cara al puente del Pilar. Lo hará, además, bajo el paraguas de una calidad óptima y con una previsión, en lo que a cantidad se refiere, similar a la de años anteriores, aunque desigual en función de la zona, ya que la sequía no se ha dejado notar de la misma manera en todo el Bierzo. Por otra parte, los precios se mantendrán en los mismos márgenes del año pasado y no se prevén subidas considerables, aunque todo depende de cómo se comporte el mercado portugués, según explicó el presidente de la Mesa del Castaño del Bierzo, Ángel García Miranda.

El año pasado, el precio medio al que se pagó el kilo de castañas rondó los 1,50 euros —en torno a 1,10 euros por el kilo de las más pequeñas y hasta 1,70 euros por las de mayor calibre—. Esta subida generalizada de precios estuvo directamente relacionada con la caída de la producción en Francia, que sigue en picado debido a la acción de la avispilla, y en Italia, donde ya se ha producido una mejora de la salud de los sotos en algunas zonas, lo que ha permitido remontar, en parte, la producción. Por lo tanto, la demanda de Francia se mantendrá y permitirá compensar la caída de los pedidos procedentes de Italia, pero la clave parece estar en Portugal, una zona con presencia de avispilla pero que todavía no ha visto muy afectada su producción.

«Italia se está recuperando, Francia sigue cayendo y en Portugal todavía no ha caído la producción, pero es verdad que las relaciones con los productores no se establecen de un día para otro y en necesario fidelizarlos, por lo que es posible que el mercado portugués empiece este año a operar en el Bierzo, después de que el año pasado iniciara ya contactos muy concretos», apuntó García Miranda. Esta variabilidad de la demanda permitirá negociar los precios al alza, ya que todavía «hay un pequeño margen de subida», añadió el responsable de la Mesa del Castaño.

«Ahora mismo estamos en una situación de aprovechar el momento y ir preparándonos para el futuro», dijo García Miranda. Un futuro en el que la aparición de la avispilla parece «inminente» porque «estamos totalmente rodeados» pero, de un momento, un presente libre de ella que permite a los castañicultores bercianos dar salida a su fruto a un precio competitivo. Precisamente por ello se ha notado una apuesta por el sector, aunque bien es cierto que no regularizada ni fiscalizada, que sería lo aconsejable. «Cada vez hay más castaños tratados, más desbrozados, más podados y también más plantaciones nuevas», explicó el presidente de la Mesa del Castaño.

Por lo tanto, en tan sólo unos días, el sector de la castañicultura berciano estará en pleno apogeo, ayudado por las lluvias previstas. «Los erizos están aguantando en el árbol porque no tienen humedad para abrirse, pero en el momento en el que llueva, en un día o dos empezará a caer el fruto»