Diario de León

SUCESOS

Ipan: de vuelta con su familia tras 18 horas perdido por los montes con dos años

Pasó la noche al raso tras salir del domicilio siguiendo a su padre sin que éste se percatase. Estuvo solo durante 18 horas en la sierra de Folgoso del Monte

El pequeño, en brazos de su madre, junto a su hermano.

El pequeño, en brazos de su madre, junto a su hermano.

Publicado por
J.C.F. | PONFERRADA
Ponferrada

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Ipan, a sus dos años, ya se ha sacado un master en supervivencia después de permanecer perdido más de 18 horas en medio del monte — doce de ellas en la más absoluta oscuridad y con la única compañía que sus llantos—, y regresar, tras su localización por el dispositivo de búsqueda montado por Guardia Civil y el Servicio de Protección Civil del Consejo Comarcal, sano y salvo al calor del hogar familiar en Folgoso del Monte (Molinaseca).

Dieciocho horas que arrancaban en torno a las tres y media de la tarde de este domingo, cuando este menor —el tercero de los cuatro hijos que tiene el matrimonio establecido en Folgoso del Monte proveniente de la ecoaldea de Matavenero— decidía seguir los pasos de su progenitor y uno de sus hermanos mayores que se adentraron en el bosque para ir a recoger castañas, sin que estos se diesen cuenta.

Dos horas más tarde, al regreso de Camile, el padre, a la vivienda que ocupan, los progenitores se percataban de la ausencia del menor, comenzando, sin éxito, su búsqueda por las inmediaciones del domicilio. Ante el infructuoso resultado del rastreo preliminar, deciden dar la voz de alarma sobre la desaparición del menor

En ese momento se ponía en marcha un dispositivo de máxima prioridad para dar con el niño, y que en su primer paso consistió en ubicar a Folgoso del Monte en el mapa. No en vano la existencia de la localidad era desconocida para la gran mayoría de los bercianos, pues dejó de existir como pedanía del municipio de Molinaseca hace un trienio y a más de tres décadas atrás se remontaba la existencia de la última casa habitada. Eso al menos era lo que se creía hasta las cinco de la tarde de este domingo, cuando los servicios de emergencias del 112 de Castilla y León recibieron la llamada de los padres de Ipan, alertando de la desaparición del menor.

Reencuentro familiar junto al operativo de búsqueda. GUARDIA CIVIL.

El menor en el momento de ser entregado a su madre. DL

En ese momento se ponía en marcha el dispositivo de búsqueda, calificado de máxima urgencia al estar implicado un menor, que comenzaba a peinar los montes de esta ladera sur de uno de lo de los ramales montañosos ligados al pico de Foncebadón.

Rubio, dos años, de en torno a los 90 centímetros de altura y que en el momento de su desaparición vestía un body granate y un pantalón del color azul desvaído y que camina descalzo. Un retrato robot con el que acotar la búsqueda de un niño, en un paraje en el que es más difícil cruzarse, no ya con un niño, sino incluso con otro ser humano, que con un lobo o un jabalí.

La caída de la noche obligó al dispositivo a acotar la superficie de la búsqueda por la falta total de visibilidad. Un dispositivo que entraba en ‘stand by’ en torno a la una de la madrugada de cara a reemprender el trabajo de rastreo con las primeras luces de la mañana. En ese momento, a unos 1.100 metros de altitud, en medio de un medio natural abrupto y con una temperatura más benigna de lo que deberían marcar los termómetros para las fechas del año en las que nos encontramos —a las siete a la mañana de este lunes en el momento de organizar las patrullas de búsqueda la temperatura se situaba en torno a los diez grados—, Ipan se enfrentó, aunque fuese de una forma inconsciente, a su primer reto por su supervivencia. «Si fuera un niño de Ponferrada o de cualquier otro núcleo urbano el resultado final hubiera podido ser otro muy distinto, pero estamos ante un niño que está acostumbrado a vivir en unas condiciones mucho más duras», apunta uno de los integrantes del equipo de rescate de la Protección Civil del Consejo Comarcal.

Un desenlace final satisfactorio que se producía en torno a las diez de la mañana ayer, cuando el Ipan era localizado en una pista forestal a unos dos kilómetros de distancia del hogar familiar. «Estaba desorientado y cuando lo llamaron por su nombre comenzó a correr hacia los agentes del Seprona de Fabero», señalan.

Las labores de rastreo llevaron a desplegar un dispositivo que incluyó a una decena de patrullas de Seguridad Ciudadana y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil desplazados desde Ponferrada, Fabero y Astorga, así como al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), de la Unidad Cinelógica de Seguridad y Rescate, y de los voluntarios del servicio de Protección Civil del Consejo Comarcal del Bierzo.

En el mismo lugar desde donde se había coordinado el operativo de rescate se le realizó el primer examen médico, en el que se constató, más allá de la suciedad y hambre que presentaba, su perfecto estado de salud. Pese a ello, a lo largo de la mañana se decidió su traslado al Hospital del Bierzo donde le fue realizadas diversas pruebas médicas, permaneciendo en observación.

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