Diario de León

EDUCACIÓN

El bilingüismo salva al instituto Álvaro de Mendaña y potencia al Álvaro Yáñez

Educación ha ampliado este curso el programa a San Ignacio y Espíritu Santo

Alumnos del instituto bilingüe Álvaro de Mendaña de Ponferrada, a la salida de clase

Alumnos del instituto bilingüe Álvaro de Mendaña de Ponferrada, a la salida de clase

Ponferrada

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Siete años de bilingüismo en el Bierzo han servido para comprobar el efecto saludable sobre las matriculaciones que ha tenido la enseñanza de asignaturas en inglés en los dos institutos públicos de la comarca adheridos al programa de la Consejería de Educación. El Álvaro de Mendaña de Ponferrada, que sufría un descenso alarmante de alumnos, ha salvado los muebles y vuelve a recuperar estudiantes. Y el Álvaro Yáñez de Bembibre, que nació siendo un centro de Formación Profesional a la sombra del instituto de Secundaria El Señor de Bembibre, con más solera, se ha convertido en el centro de referencia del Bierzo Alto, hasta el punto de dejar vacías las aulas del recinto más antiguo de la localidad.

La experiencia ha funcionado tan bien que la Dirección Provincial de Educación ha extendido este año el programa de Secundaria a los centros concertados de los colegios Espíritu Santo y San Ignacio de Ponferrada. En Primaria, los centros bilingües de Ponferrada son el San José Obrero y La Puebla desde el curso 07/08, y en Bembibre, el Menéndez Pidal y el Santa Bárbara desde el curso 08/09.

Los males del Mendaña

El distrito único, junto a la bajada de la natalidad, le hizo mucho daño a las matriculaciones en el instituto Álvaro de Meñada de Ponferrada. De los 1.224 alumnos que llegó a tener en el curso 91/92, se pasó a poco más de trescientos estudiantes cincuenta quince años después. De repente, explican fuentes del instituto, los padres tenían libertad para matricular a sus hijos en cualquier centro de la ciudad y la cercanía de colegios concertados y el tirón de otros institutos y la ampliación de la oferta educativa de complejos que hasta entonces sólo enseñaban Formación Profesional como el Instituto Virgen de la Encina (Iesve) hizo caer las matriculaciones año a año. El instituto nacido en 1975, sin embargo, ha logrado invertir la tendencia al convertirse en 2008 en el primer centro de Secundaria de Ponferrada que ofertaba el programa de bilingüismo y hoy cuenta con unos 380 estudiantes, 208 de ellos repartidos en los nueve grupos que imparten asignaturas en inglés.

El Álvaro de Mendaña se ha acogido este año además a una experiencia piloto denominada Teach in Spain que trae a voluntarios americanos a Ponferrada para que ejerzan funciones de auxiliar de conversación en el centro durante una estancia de tres meses en familias de acogida, según informa la Dirección Provincial de Educación.

Si un instituto como el Gil y Carrasco, que abrió en 1870 y es el más antiguo de todo el Bierzo, atrae a 1.100 alumnos y tiene en el Bachillerato de Excelencia y el Nocturno sus señas de identidad, el Iesve —abierto desde 1962— puja fuerte con su doble oferta de FP y Secundaria y llega a los 1.120 alumnos incluso después de la pérdida de estudiantes trasvasados al Centro Integrado de Formación Profesional, y el Europa —que empezó a funcionar en 1991— también se ha consolidado con cerca de seiscientos alumnos, el bilingüismo ha venido a salvar al Álvaro de Mendaña. Es lo que lo hace diferente.

Pero donde la huella del bilingüismo, unida al empuje de un equipo de profesores muy concienciado, ha sido espectacular es en Bembibre. Allí, el instituto Álvaro Yáñez se está quedando, año a año, con los estudiantes de Secundaria del Bierzo Alto en detrimento de El Señor de Bembibre. Con 513 alumnos matriculados este año, el Álvaro Yáñez, bilingüe desde el curso 09/10, duplica al otro centro de la villa. Es una opinión generalizada en Bembibre que el centro tomó impulso bajo la dirección de Carmen Velasco, que todavía sigue dando clase, y de la jefa de estudios Yolanda Sanz, hasta propiciar la llegada del bilingüismo e introrucir detalles menores que sedujeron a los estudiantes como la instalación de taquillas individuales como en una High School norteamericana. Que de los 513 alumnos, sólo 124 sean de los seis grupos bilingües de la ESO revela que el centro ofrece algo más que profesores que imparten asignaturas en inglés.

Fuentes del profesorado no temen, sin embargo, que el éxito de su instituto acabe por fagocitar al centro más viejo. Las aulas, comentan, ya están lo suficientemente llenas como para pensar en acoger a más estudiantes.

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