El Boeza se lleva la red de captación del pantano y de la Edar en Bembibre
La crecida del río arrastra más de 80 metros la tubería pasada la zona de El Barco.
La crecida del río se ha llevado por delante buena parte de la tierra que sostenía la red de suministro. m.á.c.
m. á. cebrones | bembibre
Cuando aun no se han cuantificado los daños causados por la primera inundación provocada por el desbordamiento del río Boeza a su paso por el municipio Bembibre y, especialmente, los producidos por el agua en las instalaciones deportivas de El Barco; una segunda inundación ha provocado daños más cuantiosos y preocupantes y que, en este caso, afectan directamente a las redes de suministro.
La curva pronunciada que hace el río Boeza una vez pasado el puente hacia Socuello amplió su radio haciendo desaparecer del camino una amplia franja de tierra bajo la que pasaban tanto la red de captación de agua desde el pantano de Bárcena como la red que recoge las aguas residuales de Bembibre, Viloria y Matachana —estas dos últimas poblaciones pertenecientes al Ayuntamiento de Castropodame— embocada hacia la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar).
Son, según confirmó ayer el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Bembibre, Federico Fernández, «cerca de ochenta metros de tubería los que han desaparecido». A la vista queda el colector que recogía las residuales. Estos daños suponen una pérdida que, si bien aun no puede cuantificarse, sí se sabe cuantiosa. «No sabemos como podremos solucionar esto si no contamos con ayuda exterior», declaró el alcalde de Bembibre, Manuel Otero, tras ser informado de la avería registrada.
En este sentido, el regidor anuncio que la administración local está preparando un expediente para solicitar a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil la construcción de una escollera en el río a la altura de la población de Viloria, ya que —explicó— es en este punto donde habitualmente se desborda el río causando las inundaciones y los destrozos posteriores.
Así las cosas, Bembibre sigue sumando desperfectos a los daños causados por el temporal de lluvia de los últimos días, que se ha dejado notar con crudeza en el Boeza.