Diario de León

obituario

Muere el militante centenario del PSOE

Antonio Fernández, que con 99 años iba en la lista leonesa a las Cortes autonómicas y recibió el homenaje del líder nacional Pedro Sánchez por su 100 cumpleaños, fue también agasajado por Zapatero.

Antonio Fernández, con Zapatero en el 2015, en la casa de la cultura de Ponferrada. L. DE LA MATA

Antonio Fernández, con Zapatero en el 2015, en la casa de la cultura de Ponferrada. L. DE LA MATA

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León

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M. Félix | Ponferrada

Tenía cien años y mil batallas de la vida a su espalda, pero con una vitalidad a prueba de todo hasta el final. Ayer moría Antonio Fernández, un carismático militante del PSOE del Bierzo, que con 99 años, casi centenario, aceptó ir de número 13 en la lista leonesa a las Cortes autonómicas. Antonio, residía ahora en Ponferrada, pero estaba aferrado a su Toral de los Vados, donde es conocido como «Malvas», y en donde hasta no hace mucho jugaba la partida con sus amigos, cultivaba en la huerta sus tomates y hasta no dejaba de lado la viña.

Su carisma era tan grande que ni hasta el actual líder del PSOE nacional, Pedro Sánchez, se resistió a estar con él en su cumpleaños y rendirle un homenaje el pasado octubre en el centro Jam de Toral de los Vados. Allí estaba su familia y muchos amigos y militantes de un partido que, con ideas inquebrantables de izquierdas, llevaba dentro por bandera. Zapatero también le rindió su agasajo personal en Ponferrada.

Antonio se afilió al PSOE con 14 años, perteneció al sindicato UGT y cofundó la agrupación socialista de Toral, el mismo pueblo que le vio nacer en 1915. De ahí hasta la actualidad vivió en primera persona muchos momentos históricos de España: República, dos dictaduras, guerra civil, monarquía y democracia. Tras la guerra retornó a Toral. Trabajó 28 años como auxiliar de los ingenieros químicos de Cementos Cosmos, donde se jubiló. Como la cosa apuraba con los sueldos de la época de la Dictadura y quería darle estudios a su hija, se estableció por su cuenta. Explotó un horno de cal y luego una cerámica con otros socios y también tuvo camión de transporte.

Antonio llevaba la acción social en la sangre, tanto como su alegría en la cara. Ante Pedro Sánchez, cuando vino al Bierzo, no le dolieron prendas en ser reivindicativo y hablarle de la importancia de apoyar a un sector minero como el del carbón. No se olvidó tampoco de lo que él llamaba «los labradores». Le daba mucha pena ver cómo los agricultores no recibían apoyos y en un Bierzo rico de siempre la tierra criaba zarzas.

En su barrio de Ponferrada era muy querido y conocido porque, entre otras muchas anécdotas, salía a echar la basura, o a por el pan, casi a pecho descubierto con heladas de campeonato. Tenía una salud de hierro.

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