La plantilla no permitirá ser utilizada como una moneda de cambio
Alfredo Peláez e Isabel Céspedes, en la comparecencia. L. DE LA MATA
m. carro | Ponferrada
Una vez revisada la documentación presentada por Carflor, la plantilla del servicio de ayuda a domicilio de Ponferrada lo tienen claro: se opondrán al Erte planteado por la empresa porque lo consideran injustificado y entienden que lo que la adjudicataria pretende es utilizar a las trabajadoras como moneda de cambio para presionar al Ayuntamiento y conseguir más horas o una nueva licitación más ventajosa. «Es una utilización de las trabajadoras», aseguró la presidenta del comité, Isabel Céspedes, que ayer compareció el rueda de prensa con Alfredo Peláez.
La reducción de un 15% en la jornada laboral de las 58 auxiliares y del 50% en la de las dos coordinadoras no tiene ni pies ni cabeza para la representación sindical, teniendo en cuenta que se están cubriendo todas las horas y que incluso la bolsa de horas de cada trabajadora está en positivo. Por ello entienden que lo que pretende la empresa con esta maniobra es presionar al Ayuntamiento teniendo en cuenta que el pliego de condiciones del contrato firmado en su día contemplaba un precio muy ajustado que podría dejar pocos beneficios para la empresa. Eso está pasando y Carflor quiere remontar a costa de las trabajadoras pese a atender ahora mismo a unos 350 usuarios, según explicó Céspedes.
De momento las trabajadores no van a llevar a cabo ninguna medida de presión a la espera de ver qué sucede en la reunión fijada para el lunes. Si Carflor continúa en su empeño, la plantilla no descarta movilizaciones. «Si Carflor quería mayor beneficio, ha tenido la opción de dejar el servicio y no lo ha hecho. No tiene que aplicarnos a nosotras estas medidas», dijo Céspedes.