Le piden 20 años por la muerte de su sobrino en San Juan de Paluezas en una disputa por unas castañas

M. Félix | Ponferrada

El caso de la muerte el 9 de octubre de 2015, en un soto de castaños, del vecino de San Juan de Paluezas (Borrenes), José R. R., por un tiro de escopeta de su tío, Darío S.G., cuenta ya con las primeras calificaciones judiciales. La acusación particular, que representa a la madre de la víctima y a los tres hermanos (uno de ellos en la actualidad fallecido) ha decidido tipificar lo sucedido aquella noche como «asesinato con alevosía, sin ningún tipo de atenuante».

Con este planteamiento de base, la acusación solicita para el autor confeso de la muerte de su sobrino una pena de 20 años de cárcel, con la accesoria de inhabilitación durante el tiempo que dure la condena, además de no poder ejercer el derecho a votar. Además, también se solicita para el encausado —que tenía 63 años cuando tuvo lugar el desenlace mortal de su sobrino de 36 años— la prohibición de aproximarse a la madre y a los dos hermanos de la víctima. así como la condena en costas judiciales.

A todo ello, la familia del joven fallecido por el disparo de escopeta de cartuchos de caza reclama igualmente una indemnización por responsabilidad civil. En este caso la acusación particular pide 150.000 euros . De esta cantidad 120.000 para la madre y 10.000 para cada uno de los tres hermanos del finado.

Falta ahora conocer también las peticiones de la Fiscalía que lleva el caso, que se ha visto retrasado por las pruebas periciales solicitadas a laboratorios de fuera del Bierzo, y que en algunos casos han tenido que ser repetidas. Por lo pronto, se desconoce la fecha del juicio, una vez que finalice el proceso de instrucción, en el que la clave está en determinar si lo sucedido a eso de las diez de la noche de aquel 9 de octubre de hace ahora casi año y medio fue un «homicidio» o por el contrario, como sostiene la acusación particular que lleva el abogado Francisco Prada Riopedre, fue «asesinato». En San Juan de Paluezas los vecinos siguen manteniendo que esta muerte fue absurda, motivada «por un puñado de castañas». Tío y sobrino no se llevaban bien y mantenían sus diferencias. Tuvieron una acalorada discusión por la recogida de castañas y la propiedad de las mismas y Darío contó a la Guardia Civil que descerrajó un tiro mortal a uno de los cuatro hijos de su hermana.