Diario de León

Los sueños rotos de los niños gitanos en ponferrada

«‘Calé’, ¿qué quieres ser de mayor?»

Ponferrada cuenta con 590 personas de etnia gitana censadas en el municipio, entre las que la baja formación dificulta sobremanera su acceso al mercado laboral, por lo que las ilusiones de pequeños se convierten, de mayores, en una realidad ligada a «la chatarra y la venta ambulante» .

La joven Alba Romero, en la biblioteca del Instituto Europa de Ponferrada. L. DE LA MATA

La joven Alba Romero, en la biblioteca del Instituto Europa de Ponferrada. L. DE LA MATA

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León

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j. c. f. | Ponferrada

«Mi hijo quiere ser futbolista. La de mi vecina quiere ser médica», apunta Reyes que esta misma semana ha acudido al colegio La Puebla a recoger las notas de su pequeño. Futbolista, médico, pero también peluqueras, pediatras y, cómo no, maestras. Sueños de escolares que están dando sus primeros pasos en el mundo de la educación, pero que, según señalan las frías estadísticas de Ponferrada, prácticamente ninguno llegará a ver realizados. Son las miradas de niños y niñas gitanas al mundo exterior, a través de la ventada del colegio La Puebla, ese centro ‘exclusivo’ de su etnia donde en el curso que acaba de concluir han estado escolarizados 33 escolares: todos de etnia gitana.

Ponferrada cuenta en la actualidad con un censo de 590 ‘calés’. Los expertos hablan de que el «nivel de convivencia con los payos es bueno, sin problemas de integración ni conflictos». Sin embargo, hablar de integracion es hablar de ‘palabras mayores’, como lo demuestra la situación del colegio La Puebla. «Debería haber más integración aquí. Antes venían niños payos y estaba mejor para integrarse», continúa Reyes. La brecha de la Educación se antoja como un obstáculo inslabable: ninguno de los directores de los centros educativos de la ciudad de Ponferrada recuerda que, en la últiama década ningún estudiante de étnica gitana que haya acabado el Bachiller. «Lo más cerca que estuvo de darse el caso fue hace unos años, cuando una niña gitana llegó hasta segundo. A mitad de curso vinieron sus padres y la sacaron. Ahora está un hermano matriculado en el centro y le hemos preguntado por ella y nos ha dicho que está casada y tiene niños», señala el director del Virgen de la Encina, Francisco Díaz.

El Iesve de Ponferrada, con 1.100 alumnos —700 en Secundaria y Bachiller y 400 en ciclos de FP— recibe ‘por caída’ (las rutas del transporte escolar) a los alumnos gitanos de Columbrianos, así como los menores con deficiencias auditivas. «Lo normal es que cuando cumplen los 16 años vengan con el documento firmado por sus padres y se los lleven», apunta Díaz, en lo que es una tónica habitual en todos los IES ponferradinos. «Nosotros les planteamos que hagan un ciclo básico de FP, para que salgan algo preparados, pero...». Entre estos ciclos, el que más aceptación tiene, en el caso delos chicos, es el de automoción.

En la misma línea apunta el director del Álvaro de Mendaña. Allí acuden los escolares que dan el salto desde La Puebla. Sin saber si el origen de la situación que han detectado es la ‘exclusividad gitana de ese centro educativo para Primaria’, Santiago González afirma que «la integración es complicada.En la mayoría de los casos suelen andar en sus propios círculos». En este IES suele haber una media de quince escolares gitanos matriculados.

La situación en el IES Europa, centro al que acude la mayoría de los alumnos de etnia gitana de los barrios de Flores del Sil y La Placa y que suele contar con una media de 12 alumnos de etnia gitana por curso, no es muy distinta. «La mayor preocupación de las familias son las faltas, y en menor medida el aprendizaje de los chavales. Aquí, la mayoría de ellos celebra el cumpleaños firmando la baja», apunta Javier Corral, director del Europa, quien hace memoria para recordar que «en las últimas dos décadas un alumno gitano llegó a Bachiller, y otra, en este caso una niña, llegó a 4º de la Eso y no siguió. Pero de ella me llama la atención, y no me digas el por qué, que mientras el resto de niñas gitanas se apuntan a cursos de peluquería, ella se matricula en cursos de inglés e informática».

Con este panorama, llegá la realidad del colectivo gitano en Ponferrada: en torno al 85-90% son desempleados, la mayoría de ellos son perceptores de prestaciones sociales (Renta Garantizada de Ciudadanía, a la que suelen denominas ‘pensión’, y Pensiones no contributivas), no suelen tener vivienda en propiedad, viviendo en la mayoría de los casos en alquiler y sus principales ocupaciones son la recogida de chatarra y la venta ambulante en los mercados.

«No es cierto que no les animemos a estudiar, pero les llega la edad y a ellos lo que les tira es casarse y el mercado», reconoce Reyes. Una vez pasada esa ‘fiebre’ de la adolescencia, muchos de estos estudiantes que interrumpieron su formación antes de finalizar la Eso, suelen matricularse en la escuela de adultos para conseguir el título de Secundaria.

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