Solventada la señalización de Los Ancares con diez mil euros de inversión
La ampliación del plan de gestión hasta 2019, la hoja de ruta, está en fase de revisión.
En la imagen se ve una de las pocas señales de la Reserva de la Biosfera de los Ancares. ANA F. BARREDO
maría carro | ponferrada
La Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses (RBALE) se constituyó como tal hace más de una década y es un reclamo turístico de primer nivel, pero aún hoy carece de una señalización completa y acorde a las exigencias que plantea. Un problema al que le quedan los días contados, ya que acaba de elaborar un proyecto de señalización asumible desde el punto de vista económico —el coste es de unos diez mil euros— que permitirá marcar sobre el terreno las principales entradas en Villafranca del Bierzo, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes.
Las señales, que además ofrecerán información sobre la Reserva —según explicó el presidente del Consorcio, David Voces— se instalarán, en una primera fase, en las vías de comunicación principales, sin que ello vaya en detrimento de una ampliación posterior «adecuada a las necesidades demandadas por la población», apuntó la gerente de la RBALE, Susana Abad.
Este proyecto ya se había planteado con anterioridad —mediante señales de información en puntos de interés, rutas, etcétera— pero de una manera más ambiciosa que conllevaba un desembolso mucho más grande. «El presupuesto inicial era inasumible en la situación actual en la que está la Reserva. Estamos hablando de más de cien mil euros que sería imposible invertir ahora. Lo que hemos hecho es redimensionar el proyecto para colocar entre dos y cuatro señales por municipio, así como otras en accesos importantes, como los de Bembibre, Ponferrada y Villafranca», explicó Voces, quien también considera conveniente el marcaje en el interior de pueblos como Fabero, que sin ser parte de la Reserva, sí es zona de acceso.
Plan de gestión
Así mismo, el Consorcio de la RBALE aprobará próximamente una ampliación del plan de gestión hasta 2019. Ya está redactado y en fase de revisión por la población, agentes sociales implicados en el desarrollo del territorio y el Comité Científico. «En este plan se recogen todos los aspectos sociales, económicos, medio ambientales y culturales que la población ha determinado como prioritarios para desarrollar las acciones concretas que se llevarán a cabo los próximos años. Es nuestra hoja de ruta desde hasta el año 2019», explicó Susana Abad.